Menú

Un transexual denunciará a la Iglesia por negarle ser padrino de su sobrino

El joven Álex Salinas, de 21 años, acusa al Obispado de Cádiz de excluirle de todas las parroquias de San Fernando. El obispo niega que sea discriminación por sexo

28 jul 2015 / 23:01 h - Actualizado: 29 jul 2015 / 13:52 h.
  • El joven Álex Salinas, de 21 años, se siente discriminado por la negativa del obispo de Cádiz a dejarle ser padrino de su sobrino. / Efe
    El joven Álex Salinas, de 21 años, se siente discriminado por la negativa del obispo de Cádiz a dejarle ser padrino de su sobrino. / Efe

Álex Salinas, un joven transexual de 21 años, presentará una demanda en los tribunales contra el Obispado de Cádiz y Ceuta por impedirle ser el padrino de bautizo de su sobrino en la parroquia de San Fernando (Cádiz), de donde es natural. La Asociación de Transexuales de Andalucía Sylvia Rivera (ATA) también anunció ayer que llevará el caso ante la Fiscalía de Igualdad y contra los delitos de odio de Cádiz el caso del joven.

Álex nació niña, con el nombre de Alexandra Salinas, que figura en su partida de nacimiento, pero con los años entendió que su identidad sexual era masculina. Desde febrero del año pasado tiene DNI con su nombre de hombre, algo que permite la legislación estatal, y está en lista de espera para una operación de cambio de sexo. Aunque la ley, nacional y andaluza, reconocen a Álex como hombre, la doctrina eclesiástica no admite el cambio de sexo, de ahí que el obispo de Cádiz le diera «una negativa sin razones» cuando solicitó ser el padrino en el bautizo. Ni en su parroquia ni en ninguna otra de San Fernando, por orden del obispo. «No lleva una vida congruente con la fe», explicaron a Efe fuentes del Obispado.

Ahora Álex, con el apoyo de su familia, sus amigos y miembros del colectivo de transexuales, baraja presentar una demanda judicial contra el obispo por discriminación. «Para la Iglesia yo sigo siendo una mujer, aunque tenga mi DNI cambiado», explica el joven, que quiere interponer un recurso para que el Obispado reconsidere una decisión que a él le ha sentado «como una patada en el estómago» porque «yo soy muy creyente», dice. Álex es católico, solía acudir regularmente a misa hasta que dejó de hacerlo por sus jornadas de trabajo en un restaurante de comida rápida. En un principio, el párroco de San José Artesano de San Fernando, Lázaro Albar, no puso pegas a que fuera el padrino en la ceremonia. Sin embargo, al solicitar al Obispado la documentación de su bautismo el cura le comunicó que no podría ejercer como tal. El joven acudió entonces a otras parroquias de la localidad, pero en todas ellas recibió la misma respuesta. Así, según cuenta, fue al Obispado para conocer las razones. «Para ellos soy insano, por así decirlo», manifiesta este joven, que lamenta que algunos con quienes ha hablado le han ofrecido «darme el perdón, como si yo hubiera estado pecando». La Iglesia, que establece los requisitos para ser padrino de un bautismo en el capítulo 4 del Código de Derecho Canónico sobre los sacramentos, ofrece a Alex Salinas la posibilidad de ser «padrino espiritual» de su sobrino. Es una opción que da a personas que, como entiende en este caso, no cumplen con alguno de los requisitos establecidos para ser padrino de un bautismo católico, una vez que se ha comprobado que detrás de la solicitud hay «una buena intención».

Ambos, el padrino «real» y el «espiritual», tienen la misma misión, la de ayudar a crecer al niño en la fe católica, aunque solo el nombre del primero de ellos aparece recogido en los papeles de la Iglesia sobre el sacramento. «Mientras el Papa recibe a transexuales en el Vaticano, la Iglesia española aún vive en el medievo», asegura a Efe Carla Antonelli, la única diputada transexual en España, que ha ayudado a Álex en el proceso.

El Obispado dijo ayer que este caso «no supone discriminación» por ser transexual, y matizó que «sucede con frecuencia» con aquellas personas que no son consideradas «idóneas» por «su estilo de vida, criterios o incongruencia con la vida cristiana y las disposiciones de la Iglesia».