Arte más allá de la discapacidad para el Día del Autismo

El espacio El Cubo acoge ‘Soy color... Somos colorismo’

28 mar 2015 / 13:00 h - Actualizado: 28 mar 2015 / 19:37 h.
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  • Una de las obras expuestas en la muestra ‘Soy color... Somos colorismo’ en el espacio El Cubo. / Jesús Barrera
    Una de las obras expuestas en la muestra ‘Soy color... Somos colorismo’ en el espacio El Cubo. / Jesús Barrera
  • Otra pieza de la exposición. / El Correo
    Otra pieza de la exposición. / El Correo

El espectador llega al espacio cultural El Cubo sabiendo –o no– que algunos de los artistas que concurren en la muestra Soy color... Somos colorismo son discapacitados. Otra cosa es que sea capaz de determinar qué obras corresponden a unos u otros. Y de eso se trata, precisamente. Lo llaman arte integrado o inclusivo, y consiste, básicamente, en invitar a contemplar sin prejuicios. Esta vez, por una buena causa, el Día Mundial de Concienciación del Autismo, que se celebra el próximo día 2 de abril.

La muestra se inauguró el pasado jueves en el citado espacio, organizada por Danza Mobile junto con Aprendices Visuales. En ella se exhiben obras originales de Ricardo Rojas alumno del Centro de Arte Danza Mobile y modelador de todo tipo de materiales que lleguen a sus manos, desde el poliexpan hasta el alambre; Jaime Martínez Alonso, artista con autismo madrileño, que logró que uno de los dibujos de la serie Colorismo fuera portada de la guía en 2008 por la Comunidad de Madrid; Amelie Mrg, artista polifacética francesa comprometida con el arte como medio para el cambio social, que expresa a través del color sensaciones tales como el movimiento, la velocidad y la energía; y Lucio Cots, artista argentino capaz de expresarse en diferentes disciplinas como la pintura, la instalación, el dibujo, siempre desde el ámbito textil. Cada uno usa su lenguaje plástico y su talento, desde estéticas diversas, para transmitir más allá de cualquier barrera.

«Suponemos que existe un color con el que cada uno de nosotros podemos expresarnos», explican los organizadores en una nota. «Habrá entonces, una infinidad de colores para una infinidad de personas. Partiendo de esta hipótesis, esperamos que ponga en evidencia... La belleza de cada color. El refuerzo de esta belleza por otros colores. Que para formar un arco iris, cada color es indispensable. Que cada color es un mundo y que, como el azul, tiene una gama cromática casi infinita».

En palabras de Esmeralda Valderrama, directora de Danza Mobile, la idea de Soy color... Somos colorismo surge del colectivo Aprendices Visuales, coordinado por Nicolás Nishiky, y pretende que los visitantes «vean la obra de arte por sí misma, no por la etiqueta que tenga al lado el artista», comenta. «El paternalismo no es el único impulso que mueve a quienes saben que el autor de una pieza es autista o posee algún tipo de discapacidad. Para mucha gente es inevitable dejarse asaltar por los prejuicios, mientras que un artista reconocido se ve siempre con otros ojos. Pero hay que educar la mirada».

«A nosotros, a todos... a veces el miedo que proyectamos en nosotros mismos o en los demás amenaza esta poesía de los colores», abundan los impulsores de esta iniciativa surgida en Sevilla. «Una poesía que no deja de ser ante todo un lenguaje. Un lenguaje universal como el que utilizan los cuatro artistas reunidos en esta muestra Soy Color... Somos Colorismo».

El juego con el vacío de Ricardo Rojas, la óptica diferente, explosivamente colorista, de Jaime Martínez Alonso, la ávida experimentación con la producción colectiva de Amélie Mrg y la creatividad de Lucio cots –que llega hasta la marca Cuelgue Serigrafia– proponen algo más que una muestra para ver, recorrer y disfrutar, sino un auténtico cambio de mirada.