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Un fotograma de la película. / Atresmedia
Dani de la Orden, director de las discretas ‘Barcelona, noche de verano’ (2013) y ‘Barcelona, noche de invierno’ (2015) y de la penosa ‘El pregón’ (2016), es el responsable de dirigir ‘El mejor verano de mi vida’, remake del mayor éxito italiano del año 2013, Sole a catinelle de Checco Zalone.
Sus personajes son una familia en descomposición compuesta por Curro, el protagonista, un padre que se dedica a vender robots de cocina que además de estar endeudado tiene más pájaros en la cabeza que granos de arroz hay en un silo, su hijo Nico, un chaval de nueve años, buen estudiante que ve a su soñador padre como un ídolo, y Daniela la madre, una sindicalista abocada al desempleo que se pregunta ahora y después de tantos años de matrimonio qué hace casada con semejante figura.
La historia va de cumplir una promesa, la que le hace el padre al hijo de pasar juntos el verano si sus notas son de sobresaliente, un tiempo inolvidable que para ambos vendrá cargado de insólitas aventuras y para el progenitor será una oportunidad de solucionar los desarreglos conyugales.
Como cine no aporta nada sólo algunas fanfarrias graciosas, poco más. La trama artificial y forzada, cuasi calcada de su original italiana, se mueve a modo de road movie que salta del refugio envejecido y miserable del pueblo, al ambiente jovial y tramposo del resort de lujo y mansión marbellí. Tiene un guión de manual de sitcom en el que abunda el humor blanco y el gag oportunista, y un funesto elenco televisivo, más estereotipado y sobreactuado de lo habitual, empezando por un Leo Harlem que sigue en modo monologuista, para continuar con Maggie Civantos, Toni Acosta, Isabel Ordaz o Salva Reina que lamentablemente y desde hace bastante tiempo siguen en fase Pepe Gotera y Otilio.
España, 2018. 90 minutos.
Dirección: Dani de la Orden. Intérpretes: Leo Harlem, Toni Acosta, Alejandro Serrano, Maggie Civantos, Jordi Sánchez, Salva Reina, Isabel Ordaz, Arturo Valls, Antonio Dechent.
Comedia.