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El cantaor Duquende. / El Correo
El ciclo Flamenco Viene del Sur ha ido adquiriendo cierto prestigio en tanto años y tiene desde hace un buen puñado de ellos una considerable clientela, aunque hay que decir la verdad y señalar que está disminuyendo el número de asistentes, algo normal en un ciclo que cayó un poco en la rutina hace algo más de un lustro. Ayer se llenó el Teatro Central, quizá porque Duquende es un cantaor carismático, de los de tirón, y el guitarrista Dani de Morón es una de las últimas revelaciones de la guitarra flamenca, que además acaba de firmar un importante contrato discográfico con Universal. Digamos que había cierta expectación por ver a este binomio flamenco en el ciclo.
Duquende pertenece a una generación de seguidores del estilo de Camarón, sin duda el que mejor funcionó durante años, cuando su voz era un latigazo moreno a compás y con pellizco. Hoy no es ni la sombra de lo que fue hace dos décadas o más, pero en algunos cantes no solo no ha bajado el nivel sino que lo ha subido. Por ejemplo, en palos festeros como los tangos y las bulerías. Domina bien el compás y da siempre una nota alta. En cambio, le cuesta coronar los tercios en las seguiriyas, como le pasó en esta ocasión, lo que a veces da emoción a su cante más por el esfuerzo y por aquello que parece que no va a llegar, que por la calidad.
Otro cantar es el que precisamente no canta, sino que toca, Daniel Méndez o Dani de Morón. No descubrimos nada nuevo si decimos que es de los tres o cuatro mejores guitarristas del momento, con un estilo muy personal basado, en parte, en la escuela moronera, aunque con mucho de su propia cosecha y de otros maestros contemporáneos, con ese sabor jondo que le caracteriza y unos contratiempos y cambios de ritmo muy originales. Todo ello con una técnica apabullante que le permite desarrollar palos muy diversos, desde la farruca en concierto hasta unas bulerías de acompañamiento verdaderamente geniales.
Sin ser un gran concierto, en su conjunto, está claro que, como el pellizco se vende tan caro últimamente, los dos gustaron al público en general. Incluso un Duquende algo apagado, inseguro y falto a veces de fuelle. Aunque, en su descargo, hay que decir que comunicó como sabe, porque ha sido siempre y sigue siendo aún una de sus principales cualidades: la de traspasar la piel. Nos vino bien esa comunicación del catalán y el aroma del sevillano.
Ficha artística:
Ciclo Flamenco viene del Sur.
Artistas invitados: Duquende y Dani de Morón.
Palmas y coros: Los Mellis de Huelva.
Entrada: lleno. Teatro Central de Sevilla, 6 de febrero de 2018.
Calificación: ***