«Ganaría más dinero si solo hiciera papeles de gordito feliz»

El Teatro Quintero acoge hasta el lunes ‘El disco de cristal’, una original comedia musical dirigida y protagonizada por Secun de la Rosa. La obra adapta en clave española uno de los textos dramáticos esenciales del siglo XX, ‘El zoo de cristal’

09 oct 2015 / 23:35 h - Actualizado: 09 oct 2015 / 23:38 h.
"Teatro"
  • El actor Secun de la Rosa en una imagen de archivo. / El Correo
    El actor Secun de la Rosa en una imagen de archivo. / El Correo

{El relato de un cantante melódico desfasado y su hijo, el recuerdo de la movida madrileña y la Transición y los cambios sociales que se vivieron en aquella época anidan en el argumentario de El disco de cristal, una obra concebida e interpretada por Secun de la Rosa (Días de fútbol, Negociador) que puede verse hasta el lunes en el Quintero (hoy a las 20.00 y 22.00 horas, mañana y pasado, a las 20.00 horas).

—En su caso parece que el teatro no es eso que pasa entre rodaje y rodaje. Tiene una vocación teatral firme.

—Lo tengo clarísimo. Durante ocho años estuve en la serie de televisión Aída y nunca dejé el teatro. Porque hacer cosas con mi compañía, Radio Rara Teatro, es esencial para mí. Llevo 20 años en los escenarios y casi todos los directores que me han fichado lo han hecho gracias a que me han visto sobre las tablas.

—Y lo hace complicándose, con su propia compañía y en montajes pequeños.

—Me ofrecen muchos proyectos más grandes y cómodos, con productoras potentes respaldando. Pero eso no me motiva. Si solo quisiera ganar más dinero me dedicaría a hacer papeles de gordito feliz. Mi cuenta bancaria crecería así, pero no soy actor para eso. Hacer el teatro que quiero es una oportunidad maravillosa. Si tengo la suerte de poder vivir de la actuación, lo más honesto es invertir parte de la ganancia en plantear aventuras creativas propias; no soy amigo de buscar subvenciones, porque el teatro, para mí, es sinónimo de riesgo.

—¿Sería reducir a una etiqueta afirmar que El disco de cristal es un musical?

—En la obra cantamos porque los protagonistas son una familia de cantantes. Si fueran panaderos le aseguro que haríamos una barra de pan. Esta es una obra de texto, la historia de un músico apaleado por la vida y de su hijo que quiere triunfar.

—¿Cuál es la relación con la mítica El zoo de cristal?

—Mi obra está muy influenciada por el texto de Williams: familia, crisis, sueños rotos y unos personajes que parecen alter egos de los de aquella obra. Hay también poesía, música y mucha mala leche, mucha verdad descarnada. Así es como es.

—Alterna películas de éxito seguro en taquilla con apuestas muy personales como Lobos de Arga o Negociador. ¿Es un plan premeditado?

—Sí, a mí me llaman continuamente para que explote mi lado cómico. Pero filmes como los que cita, de terror y de un humor negrísimo, me hacen feliz. Necesito estímulos fuertes como esos.

—Tiene pendiente de estreno una cinta tan arriesgada como El tiempo de los monstruos.

—Otro ejemplo de cine a contracorriente. Volveré a Sevilla para presentarla en una gala especial en el Festival de Cine Europeo. Es una comedia, sí, pero muy rara e intrigante. ~