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Una imagen del espectáculo. / El Correo
Seis personajes inmersos en un espacio que recrea la atmósfera del cine clásico de gángster. Es el principio de esta obra, aunque en muy poco tiempo el cine se funde con el circo y los intérpretes nos sorprenden con toda una gama de números de acrobacias tan impresionantes como precisos.
Lejos de conformar un discurso fragmentario, las acrobacias se ciñen a la relación de los distintos personajes y al rol que desempeña cada uno: el jefe de la mafia, su esposa y su guardaespaldas, una cantante que desborda sensualidad, un bandido que va tras ella, y por supuesto un camarero, porque como no podía ser de otra manera tratándose de emular a las películas de gángsters, la acción se desarrolla en un bar, uno de esos clubes donde se bebía alcohol a espaldas de la ley en los tiempos de su prohibición. El ambiente allí era tan sórdido como agresivo. Al menos es lo que retratan las películas de los años 30. De la misma manera esta propuesta, que aspira a convertir el escenario en un plató cinematográfico, colma de agresividad la interacción de los personajes, de forma que los números de acrobacia se hilan unos con otros gracias a las peleas y algunos gags y elementos típicos del género cinematográfico, cuyo tratamiento rezuma comicidad.
En ese sentido cabe destacar la frescura, la expresividad, el dinamismo y la precisión de la interacción entre los intérpretes. Sus acrobacias dejan al público sin aliento con un continuo desafío de los límites del equilibrio y una limpieza técnica que raya con lo imposible, tanto que casi no nos damos cuenta que la música no casa con el ambiente y que la historia, que pretenden contarnos solo con gestos, no acaba de entenderse del todo.
LA FICHA
Obra: Speakeasy
Lugar: Teatro Central 19 de enero
Compañía: The Rat Pack
Coreografía y dirección de escena: Régis Truchi
Música: Chinese Man
Interpretación: Clara Huet, Ann-Katrin J ornot, Andrea Catozzi, Guillaume Juncar, Xavier Lavabre, Vincent Maggioni
Calificación: 4 estrellas