Jóvenes valores que están pidiendo sitio entre los grandes

Israel Fernández tiene el don del arte, una voz preciosa y bien timbrada

Manuel Bohórquez @BohorquezCas /
09 mar 2018 / 10:53 h - Actualizado: 09 mar 2018 / 10:54 h.
  • Israel Fernández, durante una grabación de estudio. / El Correo
    Israel Fernández, durante una grabación de estudio. / El Correo

Cuando a veces decimos que cantan, tocan o bailan los mismos en todas partes, no es cierto. En la última década, por ejemplo, se han incorporado a la nómina de artistas flamencos un buen número de jóvenes de las tres facetas: el cante, el baile y el toque. Algunos son ya figuras y están en muchos de los festivales de todo el mundo. En todos los géneros musicales, la renovación es algo natural.

Esta misma noche cantará en Torres Macarena, la peña de Sevilla, un chaval de Toledo, Israel Fernández, que pronto estará en los festivales más importantes del mundo. Y hay dos o tres cantaores más, como El Purili de la Línea o un nieto de José el de la Tomasa, Manuel de la Tomasa, que canta con muy buena escuela y al que podrán escuchar mañana sábado en la localidad sevillana de Osuna, acompañado a la guitarra por otro nuevo valor, David de Arahal, un chaval que dará que hablar en la sonanta flamenca y que es aún adolescente.

La Bienal podría ser una buena plataforma de lanzamiento de nuevos valores, pero no lo es. Esto no quiere decir que no haya sitio para ellos en la programación, que lo hay. Pero, ¿no tienen ojeadores en la Bienal? Hay quince o veinte nuevos valores en toda Andalucía, de las tres facetas, que no han estado nunca en el festival sevillano porque no los conocen y quienes programan lo hacen a base de propuestas de agentes artísticos que, lógicamente, buscan un beneficio económico en nombres ya consolidados y con mejores cachés.

Lo que llama la atención en muchos de estos jóvenes es la habilidad que tienen para la autopromoción en las redes sociales. Sigo a la mayoría de ellos o ellas para saber por dónde se mueven o cómo van y me quedo de piedra porque son verdaderos profesionales del marketing. Es una herramienta con la que no contaban los artistas años atrás, cuando dependían de que Pulpón les hiciera unos afiches o que algún crítico tuviera a bien hacerles una entrevista en algún programa de radio o el periódico de sus ciudades de origen.

La Bienal podría sacar a una nueva generación de artistas flamencos, pero no enchufando a amiguetes o a familiares de amiguetes, sino sabiendo qué hay de nuevo en toda Andalucía, siguiendo los concursos, las programaciones de las peñas y los festivales de los pueblos. Incluso teniendo ojeadores. El Niño de Marchena los tenía en los pueblos y no había ido al colegio. Cada vez que montaba un espectáculo, meses antes hablaba con sus amigos expertos para que les buscaran a jóvenes artistas que pudiera meter en sus carteles. Y algunos de esos jóvenes llegaron a ser figuras con el paso de los años.

Israel Fernández, el joven cantaor toledano que canta esta noche en Torres Macarena, tiene el don del arte, una voz preciosa y bien timbrada que brilla lo mismo en los fandangos que en los palos más duros. Es un enamorado de la Niña de los Peines y de su hermano Tomás, le encanta Manuel Vallejo y si se pone a recordar a Antonio el Chaqueta, lo borda por bulerías.

El Purili de La Línea, un joven gitano de solo 16 años, es un cantaor con arte y, sobre todo, un bailaor colosal. Canta y baila a la vez, como hace Perico el Pañero, su maestro. Hablas con este chiquillo y tiene las ideas muy claras sobre el cante y el baile. Detesta el flamenco comercial y piensa que hay que seguir apoyando la base y el flamenco más tradicional. Es decir, tiene las ideas más claras que algunos artistas de cuarenta o cincuenta años.