'Todas las mujeres' nació como serie, más tarde se convirtió en una película de cine y ahora se sitúa en las tablas de los escenarios teatrales de la mano de Veronese, que nos sorprende con una adaptación que nada tiene que ver con el resto de sus obras.
Y es, que si algo distingue a este director es su capacidad para dar luz a los conflictos emocionales y psicológicos de los personajes, dentro de un teatro en el que prima el texto y su interpretación. Su dirección de actores es habitualmente impecable y, por lo general, sus dramaturgias suelen tener la capacidad de conmocionar, o al menos inquietar al espectador. Nada de eso ocurre con esta obra, que por no provocar no provoca ni la risa, salvo en algunos momentos muy determinados, y gracias a la interpretación de Fele Martínez.
Claro que el texto no se lo pone nada fácil a ese respecto. El argumento no consigue despertar los mecanismos de identificación y proyección en el espectador, y en términos generales la historia resulta poco creíble e incluso un tanto ñoña, por mucho que Veronese intente dotar de complejidad al personaje protagonista, que se muestra tan manipulador como débil y ridículo. La puesta en escena se limita a situar la historia en sus coordenadas espacio-temporales, las transiciones resultan monótonas y el ritmo no acaba de remontar.
Por fortuna la obra cuenta con el talento de Fele Martínez, quien con un auténtico derroche de vis cómica sabe sacar partido a los diálogos con una soberbia expresión corporal y verbal. Lástima que el resto del elenco femenino no esté a su altura, con la excepción de Nuria González que de forma magistral aporta a su personaje toda la carga dramática que precisa.
Obra: Todas las mujeres
Lugar: Teatro Lope de Vega, 24 de mayo
Autores: Mariano Barroso y Alejandro Hernández
Producción: Produccion [off] y Vanía
Dirección y adaptación: Daniel Veronese
Intérpretes: Fele Martínez, Lucía Barrado, Nuria González, Lola Casamayor, Mónica Regueiro y Ana Álvarez
Calificación: **