Lecciones de geopoética

La artista brasileña Anna Bella Geiger, de 83 años, expone en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de la Cartuja su rebelión contra la hegemonía de los mapas

29 jun 2016 / 21:43 h - Actualizado: 29 jun 2016 / 21:47 h.
"Arte"
  • La exposición con las obras de Anna Bella Geiger se presentó ayer en el CAAC de la Cartuja. / Pepo Herrera
    La exposición con las obras de Anna Bella Geiger se presentó ayer en el CAAC de la Cartuja. / Pepo Herrera

Aparte de presunto placer, el contacto con el arte proporciona sabiduría y conocimiento. Ayer, por ejemplo, se habló en la Cartuja de cómo los mapas son una de las plasmaciones gráficas más contundentes de la hegemonía masculina. Y fue a cuento de la exposición que la veteranísima artista brasileña Anna Bella Geiger estrena en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla bajo el título Geografía física y humana. Aunque Geopoética no habría sido tampoco una mala opción para una muestra llena de subversión. Empezando por el hecho de que se trata de una mujer y no de un hombre, procedente de uno de los países más estereotipados del globo –colonizado como toda América–. Y para colmo, se trata de una artista de 84 años exponiendo en un lugar dedicado a las vanguardias. Pura rebelión, pura poesía.

Geiger recordaba ayer, durante su paseo por las salas donde cuelgan sus obras –mapas, banderas, vídeos–, que ella y en general los artistas de su país sintieron en los años sesenta, cuando más aislados estaban, «la conciencia de querer hacer». Estrella de Diego, la comisaria de la exposición, decía por su parte que esta selección de obras «se centra fundamentalmente en la labor de cartógrafa de Anna Bella, que no es ninguna fruslería. El espacio tradicionalmente ha correspondido a los hombres, a la hegemonía. Dibujar un mapa, eso de vamos a poner mi pueblo en el mapa, es trazar los esquemas del poder», explicaba, mientras la consejera de cultura, Rosa Aguilar, presente en la cita junto a los citados y el director del CAAC, Juan Antonio Álvarez, cabeceaba afirmativamente. «Trabajar sobre el mapa en el caso de las mujeres es entrar en esos esquemas del poder», proseguía la comisaria. «Esta exposición tiene una dimensión política. Ahí está Anna Bella subvirtiendo esos espacios tradicionalmente masculinos, los fragiliza, los poetiza».

Rosa Aguilar no solo asentía, sino que además participaba con la afirmación de que, además de artista, Anna Bella Geiger «ha luchado y se ha comprometido para que muchas más mujeres tuvieran visibilidad en el ámbito del arte», afirmaba. «La cultura nos hace mejores a los seres humanos, nos aporta valores y principios, conocimiento, y nos abre mucho más el camino de la vida porque nos hace más libres y más críticos. Pero en el ámbito de la cultura hay que dar visibilidad a la mujer, y romper ese techo de cristal donde la invisibilidad de las mujeres se torna en injusticia, ya que hay grandes mujeres creadoras en todos los ámbitos».

Alrededor de cien vídeos, fotografías, libros de artista, fotocollages y otras obras componen esta Geografía física y humana de una artista que, como se encargó de explicar el CAAC, está presente en los mejores museos y colecciones internacionales, como el MOMA de Nueva York y el Reina Sofía de Madrid, aunque se dé la paradoja –y así lo hacía notar Juan Antonio Álvarez– de que esta sea la primera vez que la artista expone sus obras en una institución pública no ya de España, sino de Europa.

Anna Bella Geiger juega con los mapas y con las banderas, altera tamaños, los cose, los hace trizas, los enjaula y los deforma; incluso compone ecuaciones con ellos, cambia el sur por el norte, los emborrona o los colorea. «Es la función política y social del arte en mi experiencia personal», explicaba la autora, cuya muestra se podrá visitar del 1 de julio hasta el 23 de octubre.