Los maestros vuelven a casa

Empiezan a llegar al Hospital de los Venerables los cuadros de la exposición de Focus-Abengoa sobre Velázquez y Murillo

01 nov 2016 / 17:53 h - Actualizado: 02 nov 2016 / 08:00 h.
"Arte"
  • Operarios de la empresa especializada de transportes colocaban ayer el cuadro ‘Santa Ana enseñando a leer a la Virgen’. / Fotos: Manuel Gómez
    Operarios de la empresa especializada de transportes colocaban ayer el cuadro ‘Santa Ana enseñando a leer a la Virgen’. / Fotos: Manuel Gómez
  • La ‘Sagrada Familia del pajarito’ ya se encuentra en los Venerables.
    La ‘Sagrada Familia del pajarito’ ya se encuentra en los Venerables.

Seis obras maestras de Velázquez y Murillo entraron ayer por los portones del Hospital de los Venerables, el solemne caserón donde la Fundación Focus-Abengoa reunirá desde el martes que viene a los dos pintores más grandes que ha dado la ciudad, en un reencuentro histórico de ambos que da cuerpo a la primera gran exposición del llamado Año Murillo. Un acontecimiento que festeja además los 25 años que lleva la institución en este edificio del Barrio de Santa Cruz y que cuenta con la colaboración especial del Museo del Prado, que cede cinco pinturas, y del Ayuntamiento de Sevilla, impulsor del cuarto centenario del nacimiento del pintor de las Inmaculadas. Gabriele Finaldi, comisario de la exposición y director de la National Gallery, ha seleccionado 19 obras maestras de ambos pintores.

De las pinturas recibidas ayer por Anabel Morillo, directora general de la Fundación Focus, y el citado Finaldi, cinco proceden del Museo del Prado y una del Kunsthistorisches de Viena, que se reúnen en la sala de exposiciones del Hospital de los Venerables con las tres que también formarán parte de la exposición y que habitualmente se exhiben en el Centro Velázquez de la Fundación Focus: Santa Rufina; La Inmaculada de Velázquez, que guarda algunas semejanzas y diferencias con la procedente de la National Gallery de Londres que también se podrá ver en Sevilla; y San Pedro penitente de los Venerables de Murillo, una composición recuperada en 2014 y restaurada en el Museo del Prado.

Vídeo: @ManuFerGomezFot

Tres de las obras son de Diego Velázquez (1599-1660): La infanta Margarita de blanco, pintada en 1656, procedente del Museo de Viena de Viena y que es la primera vez que se exhibe en Sevilla. Y dos procedentes del Museo del Prado: Autorretrato juvenil y La adoración de los Magos. La primera es un óleo pintado hacia 1623-1624 cuando Velázquez tenía 24 años y cuyas facciones recuerdan a algunos personajes que aparecen en sus obras sevillanas; y la segunda, es una pintura de gran monumentalidad, belleza y concentración expresiva, que resalta por la maestría para captar la expresividad del rostro de los personajes y que fue una obra cumbre de la juventud del pintor cuando solo tenía 20 años.

Las tres obras que han llegado a Sevilla de Bartolomé Esteban Murillo (1617-1682) proceden del Museo del Prado: Santa Ana enseñando a leer a la Virgen, 1655, una composición delicada en la que representó a la Virgen como una figura infantil verídica, comparable en muchos aspectos a los retratos de infantas que estaba realizando por aquel entonces Velázquez; Sagrada Familia del pajarito, 1650, en la que realizó una interpretación muy personal para fijar una escena llena de intimidad doméstica; y Santiago apóstol, hacia 1655-1660.

En los próximos días llegarán diez obras maestras –cinco de ellas nunca expuestas en Sevilla y una de ellas que no se ha visto hasta ahora en España– procedentes de varios museos europeos, norteamericanos y colecciones privadas: Louvre, Orleans, National Gallery de Londres, Apsley House (The Wellington Collection), Dulwich Picture Gallery de Londres, Meadows Museum de Dallas, Nelson-Atkins Museum de Kansas City, Frick Collection de Nueva York y Fondo Cultural Villar Mir, que se reunirán con las nueve que ya están colgadas en los Venerables.

En las 19 pinturas de la exposición –nueve de Velázquez y diez de Murillo–, los visitantes podrán admirar una luminosa inteligencia pictórica, un gran virtuosismo técnico, una natural habilidad de llegar a lo esencial de la experiencia humana y de comunicarse con el espectador de una manera directa. A través de una serie de parejas y tríos de obras soberbias se verán las nuevas iconografías de devoción, o innovadoras formas de fijar la vida cotidiana y la intimidad familiar, desarrolladas por Velázquez y Murillo.

Será la primera gran exposición del Año Murillo y la primera vez en la que se confronten y se reencuentren los dos genios de la pintura universal, gracias al esfuerzo organizativo de la Fundación Focus, que ha tenido al Barroco como centro de su actividad en las tres últimas décadas. La muestra permanecerá abierta desde el 8 de noviembre al 28 de febrero, de 10 a 17 horas, ininterrumpidamente, todos los días de la semana.