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Alberto Morais, Javier Mendo y Laia Marull, director y actores de ‘La madre’.
Sin dudas la programación de la Seminci ha decidido que le prestemos hoy una especial atención a la figura de la madre. Como explicaremos a continuación bien con alabanzas y orgullo, o con justo lo contrario, con desdén y desprecio. Ambas posiciones son las que se han podido ver hoy en sendas películas de la sección oficial. La tercera es una crítica a la especulación inmobiliaria fruto del neoliberalismo que nos invade.
Por una parte el vallisoletano Alberto Morais abandona el SEFF de Sevilla para concursar en su tierra natal con La madre, un desolador retrato de la búsqueda de una madre ausente por parte de un chico adolescente de 14 años. Destacar en esta película el trabajo de Javier Mendo, el actor protagonista, que de forma magistral consigue mostrar con sólo su mirada tanta desolación como necesidad de afecto.
De la madre ausente de Morais a Rosa, la madre abnegada y entregada de La ciénaga –Entre el mar y la tierra, primer largometraje de los colombianos Manolo Cruz y Carlos Castillo. Cuando a Rosa, pescadera residente en un palafito de una perdida ciénaga colombiana le dicen que su hijo de ocho años sufre un trastorno neurológico que le postrará en cama el resto de sus días, ella hará lo indecible para conseguir que su vida sea agradable y cada día un poco más feliz. Se trata de una película hermosa luminosa y tierna. Vital, generosa y humana a pesar de su incómoda temática, algo que se malogra un poco en la sala de montaje cuando se insertan las escenas de ensoñación del protagonista, lástima pues estos casos consiguen deslavazar un tanto su coherente y organizada estructura interna. Tampoco ayuda la composición musical de David Murillo R., remarca demasiado las secuencias clave y desvaloriza al resto cuando está presente. Si a nivel interpretativo Manolo Cruz está muy bien, dando vida al joven Alberto, Vicky Hernández como Rosa, la madre, está sublime, y sin duda ya es merecedora y firme candidata a obtener el premio de interpretación femenina.
Premios a los que también opta Sonia Braga, por su papel de Doña Clara, en un trabajo mucho más académico, en la tercera película en competición oficial en el día de hoy, Aquarius, obra de realizador brasileño Kleber Mendoça Filho. Filme que a modo de fábula da claves para entender la voracidad de un sistema que prima el neoliberalismo económico más feroz frente al modelo sostenible de una sociedad más social, justa e igualitaria.