Manuel Molina era una referencia sólida

Nos vamos quedando sin referencias. Se ha ido un artista que supo crear y abrir caminos desde la libertad y el respeto a la tradición

Manuel Bohórquez @BohorquezCas /
22 may 2015 / 11:01 h - Actualizado: 22 may 2015 / 11:02 h.
"Flamenco","La Gazapera","Manuel Molina"
  • Manuel Molina siempre estuvo muy preocupado por los jóvenes gitanos, que veían en él a un patriarca. / Ramón Castro (Efe)
    Manuel Molina siempre estuvo muy preocupado por los jóvenes gitanos, que veían en él a un patriarca. / Ramón Castro (Efe)

El flamenco se está quedando sin referencias vivas. Hay vivos aún muchos buenos artistas, pero pocos con el carisma que tenía Manuel Molina. Y no digamos Camarón o Enrique Morente. Ambos era referencias, al igual que en otros tiempos lo fueron Chacón y Manuel Torres, Marchena y Caracol o Mairena y Valderrama. Son artistas que fueron más allá de ser meros ídolos. Eran referencias, y aunque hayan muerto, siguen siéndolo. Es lo que diferencia a un gran artista de un buen cantaor. Manuel Molina no cantó como Camarón ni tocó la guitarra como Paco de Lucía, pero era una referencia tanto para cantaores como para guitarristas. Fue un innovador y solo los que crean y abren caminos nuevos de expresión en la música, en un arte, acaban siendo referencias. Manuel conectó con los jóvenes flamencos y no flamencos precisamente por este motivo, porque sabían lo que había hecho, aunque no se le haya reconocido. Y se ganó principalmente a los jóvenes gitanos, que lo veneraban como a un patriarca de la música gitana. Sí, gitana, porque Manuel era gitano y, aunque no ejercía de gitanista –respetó siempre todas las escuelas, corrientes y tendencias del cante–, siempre tuvo claro que era calé y que tenía que luchar por su arte y el de los suyos.

En el principio de su carrera, desde que formaba parte de Los Chavalillos del Tardón junto a Chiquetete y el guitarrista Manuel Domínguez El Rubio, era ya innovador, hacía las cosas a su manera. Y no digamos cuando fundó Smash, grupo que es una de las principales referencias del flamenco fusión. Luego fundó Lole y Manuel, el dúo más célebre de la historia del flamenco, y acabó con el cuadro. Aquello sí que fue una revolución en el mundo de la música, en parte por la impresionante voz de Lole Montoya. Pero el músico era Manuel, aunque el dúo se llamara Lole y Manuel y no Manuel y Lole. Que hasta en eso fue inteligente Manuel, en ponerse por detrás hasta en el nombre del dúo. No podemos hablar de una escuela de Manuel Molina, porque no existe. Pero sí ha dejado unas claves por las que llegar a determinadas escuelas. La libertad es una de ellas, aunque sabiendo siempre que el legado de los maestros es un tesoro que hay que cuidar. Manuel fue siempre un hombre libre, pero supo dónde estaba el límite.