-
-
De izquierda a derecha, la directora de Cultura del Ayuntamiento, Isabel Ojeda; el delegado Antonio Muñoz; la coordinadora general del Año Murillo, Eva Carreño; y el director de Autismo Sevilla, Marcos Zamora. / El Correo
Más allá de los satisfactorios datos numéricos del proyecto, el responsable municipal de la cultura, Antonio Muñoz, omitió ayer una observación muy importante en su comparecencia ante los periodistas por la clausura de la exposición Murillo y su estela en Sevilla, que se pudo ver en Santa Clara desde el 6 de diciembre pasado hasta este último domingo. Comentó, eso sí, otros asuntos de primer orden: el más relevante, que superando los 67.000 visitantes ha sido la muestra más vista en la historia de este espacio –el récord lo ostentaba desde 2013 Las santas de Zurbarán, con 48.000 personas–. Habló también de la trascendencia internacional que ha tenido esta cita, destacada en diversas revistas especializadas –de Italia, China, Inglaterra, Francia, Alemania, Austria, Estados Unidos y Brasil, entre otros, según informaría más tarde el Ayuntamiento en una nota–. Recordó las catorce obras del pintor hispalense restauradas con este motivo. Sacó pecho, en nombre del Ayuntamiento y de la mismísima Sevilla, de cómo esta exposición en particular y el Año Murillo en general suponen «un antes y un después» en la forma de conmemorar a los hijos ilustres de esta ciudad, con unos fastos como no se veían desde el 92, dijo. Y como es natural, teniendo en cuenta que era la primera exposición organizada de pe a pa por el Ayuntamiento para esta efeméride, destacó el esfuerzo y la capacidad de la directora del ICAS, Isabel Ojeda, y del centenar de trabajadores que la han hecho posible de forma tan exitosa. No en vano, estuvo comentando todo esto nada menos que justo delante del cuadro Los niños de la concha, así que no procedía quitarle la razón.
Lo que no dijo Muñoz –ni el comisario Benito Navarrete, que por encontrarse trabajando en Francia no tuvo ocasión de personarse en el acto de ayer– fue que esta muestra, la única de las celebradas que echa a pelear los cuadros de Murillo con los de diversos pintores de su tiempo y otros posteriores en los que influyó descaradamente, deja a las claras la diferencia entre la genialidad y el simple talento, entre original y copia, entre maestro y aprendiz. Que es una de las claves esenciales para interpretar correctamente a Murillo –y lo que no es Murillo– más allá de todos los tópicos perversos e ignorantes consentidos hasta la fecha. Así que aparte de la pirotecnia de los números y las felicitaciones, esto es lo que se han perdido quienes no han asistido a este acontecimiento del Espacio Santa Clara. Y más gente, como atinó a recordar el concejal en el apartado de las anécdotas: «¿Han visto ustedes al ministro de Cultura en esta exposición? ¿Han visto ustedes al secretario de Estado en esta exposición? ¿Han visto ustedes a algún director general del Ministerio de Cultura por esta exposición? Yo no los he visto». Pero bueno, él estaba tan contento que pasó por encima de los indiferentes e hizo votos para que en lo sucesivo todas las conmemoraciones de calado se asuman con la misma intensidad. «Mirando al futuro, deberíamos tomar nota de si queremos seguir creciendo desde el punto de vista cultural y también turístico, pero sobre todo cultural, pues tenemos que darnos menos golpes en el pecho en torno a nuestros hijos ilustres y ser un poquito más coherentes desde las instituciones, y cada vez que haya una efeméride digna de ser conmemorada, algún literato, algún pintor, algún músico o alguna persona vinculada a la historia de Sevilla, que las instituciones respondamos de una manera digna con una programación cultural que llame la atención, que seduzca a los sevillanos sobre la importancia del legado de esa persona», sentenció.
Muñoz destacó la importancia de los estudios que, paralelamente a las exposiciones, se está haciendo sobre el pintor y su obra: ahí ha estado el Congreso Internacional de Sevilla, con su acercamiento a un «Murillo polivalente más allá de su obra pictórica», y el hecho de que «un cuadro anónimo, el Retrato del venerable Fernando de Contreras, que forma parte de la colección municipal y que hasta ahora figuraba catalogado como un anónimo, a partir de esta tarea de investigación pasa a ser un cuadro de Murillo».
Sobre todos estos fastos, añadió el delegado municipal algo que tenía muchas ganas de decir: que «la ciudad está respondiendo de una manera extraordinaria, y no solamente en cuanto al número de visitas», sino también con el apoyo de los empresarios, que «se han incorporado de una manera muy potente a la oferta cultural que ofrece la ciudad». «La ciudad se ha puesto las pilas, y no estamos acostumbrados a ello. Cada vez que hay un encuentro con dimensión internacional, como puede ser la Bienal de Flamenco, por ejemplo, se echaba en falta que la iniciativa privada se incorporase de una manera más potente para conseguir lo que ya consiguen otras ciudades, que es que cuando hay una conmemoración cultural importante, desde que uno aterriza en esa ciudad se nota, se percibe, se siente que la ciudad está conmemorando un evento importante. Ese era un objetivo también en torno a Murillo, y la verdad es que por ser la primera vez que la iniciativa privada ha respondido de una manera potente pues también me parece digno de destacar». Otro tópico que cae: menudo Año Murillo.
En cifras
Este fin de semana, la muestra batió su propio récord de visitas, con 1.283 el sábado y 1.319 el domingo. En total, han sido 124 días en los que se ha podido conocer la influencia de Murillo en sus coetáneos y en los artistas posteriores. La media de visitas fue de 464 al día.
El concejal delegado de Cultura, Antonio Muñoz, destacó el alto porcentaje de satisfacción de los visitantes. «Casi un 90 por ciento de las personas han marcado la máxima puntuación del test que les hemos sometido a los visitantes», dijo. «Eso nos coloca en una posición de sobresaliente, si me permitís la equivalencia con las calificaciones escolares».
De las entradas vendidas, más de 45.000 se adquirieron en taquilla y el resto a través de la web. La mitad de los visitantes fueron de la ciudad de Sevilla. En cuanto a recaudación, fueron unos 152.000 euros, teniendo en cuenta que los sevillanos no pagaban. Muñoz cifró en «más de 4.000 las familias y colegios» que pasaron por la exposición.
Accesibilidad
El director de Autismo Sevilla, Marcos Zamora, participó ayer en la presentación del balance de la muestra Murillo y su estela en Sevilla por haber sido diseñada desde un principio para el disfrute de «todas las personas que tienen diferentes capacidades, diferentes potencialidades y algunas que tienen dificultades para acceder a la información», dijo. El apoyo del Ayuntamiento y de la Fundación Cruzcampo permitió que este proyecto haya sido, en sus palabras, «una de las primeras exposiciones que desde el principio ha sido pensada en términos de accesibilidad cognitiva», o sea, que se han adaptado los contenidos de la información que para muchas personas son difíciles, bien por un retraso en el desarrollo, por un problema neurológico o por una cuestión de edad. «Aprovechando las nuevas tecnologías se pusieron en todos y cada uno de los elementos de información de la exposición un QR en el que se remitía a una página en la que la información que se daba en la cartela era adaptada a un lenguaje más sencillo, más claro, y también un paso más se adaptaba a pictogramas, es decir, a imágenes que nos servían para traducir el contenido lingüístico que para algunas personas es difícil de entender. Y eso ha permitido que numerosas personas puedan acceder a información compleja y les haya acercado el arte, Murillo y la exposición de una manera muy directa». La página web ha tenido más de 16.000 visitas.