Cine

Sincero y emocionante relato sobre los sentimientos familiares

Crítica de cine de la película ‘Un asunto de familia’ (****), dirigida por Kore-Eda Hirokazu.

23 dic 2018 / 11:22 h - Actualizado: 23 dic 2018 / 11:26 h.
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Un asunto de familia ****

Japón 2018 121 min.

Dirección Kore-Eda Hirokazu Intérpretes Lily Franky, Sakura Ando, Kirin Kiki, Mayu Matsuoka, Kairi Jyo, Miyu Sasaki.

Drama

La globalización ha provocado la generalización de las tecnologías de producción y que la transmisión y reproducción de bienes culturales estén sometidas a los poderes económicos. Si antes de este fenómeno las diferentes culturas gozaban de cierta independencia, con el paso del tiempo estas parecen tender a una uniformidad en la que lo artístico se diluye frente al negocio. El mundo del cine no es ajeno a estos procesos. La creación cinematográfica se ha visto influida por estas nuevas fuerzas de generación de imaginarios colectivos y que para personas expertas supone una homogeneización genérica de temáticas, formas de representación y narrativas. También se da la paradoja que los nuevos canales de distribución lejos de servir de plataforma expansiva y democratizadora se han retroalimentado con los mismos (o peores, ahora se da cabida a todo) contenidos, formatos y estructuras. Hace unos años las carteleras se nutrían de productos norteamericanos y nacionales mientras los circuitos de exhibición alternativa daban cabida a las cinematografías de terceros países. Con el paso de los años, estos últimos han ido desapareciendo dando lugar a una homogeneidad de la exhibición sin precedentes. En estos momentos si no fuera por los festivales sería prácticamente imposible acceder a obras de cinematografías periféricas, denomínense estas la de aquellos países que no son el propio y Estados Unidos.

El director japonés Kore-Eda Hirokazu obtiene el León de Plata en el Festival de Venecia con Maborosi (1995). A partir de ese momento se convierte en uno de los pocos realizadores japoneses contemporáneos que se conocen en España. Tiene la suerte de que sus obras se estrenen en grandes festivales como San Sebastián, Cannes o Venecia. Este hecho le permite abrir las puertas a los mercados internacionales. Su filmografía está familiarizada con el complejo mundo de la niñez y las relaciones y conflictos entre familiares; Nadie sabe (2004), Kiseki (2011), De tal padre, tal hijo (2013). Como director se ha distinguido por tratar en forma de comedia amable o drama suave, el universo de los afectos, de los vínculos y las relaciones y sensibilidades entre los miembros de una familia. Sus películas vienen a ser una llamada de atención, pero tratadas con elegancia, de cuestiones sórdidas y oscuras del comportamiento de los seres humanos.

En Un asunto de familia una abuela, hijos, nietos y nietas huyen de la soledad, del maltrato o de la frustración alojados en una pequeña casa de la ciudad. Viven una experiencia necesaria y fuera de los márgenes, esa que les ofrece estabilidad, amor y compañía. Kore-Eda abraza la cámara con ternura, escribe con precisión y con trazos de arquitecto construye una historia envolvente y emocionante a la vez. Trabaja sobre la realidad y nos muestra lo posible y no permitido, lo real y lo ficticio concluyendo con una reflexión sobre los vínculos y los lazos familiares. Cuestiona sobre lo correcto e incorrecto cimbreando sin estridencia nuestras conciencias. Gana merecidamente la Palma de Oro del Festival de Cannes de este año y es candidata a numerosos premios.