Titzina y la culpa judeo-cristiana

Fiel a su estilo Titzina lleva a escena un trabajo de investigación periodístico que enlaza los crímenes de Pizarro con la industria minera actual.

27 ene 2019 / 09:08 h - Actualizado: 27 ene 2019 / 09:12 h.
"Teatro"
  • Titzina y la culpa judeo-cristiana

En en los albores de este siglo XXI una empresa minera de explotación de oro volcó un camión que transportaba mercurio líquido en Choropampa (México). Para no perder el oro, que se había mezclado con el mercurio, ofreció dinero a los habitantes del pueblo para que recogieran el líquido, sin advertirles de su toxicidad. Eso provocó enfermedades, malformaciones en los recién nacidos e incluso muertes. Con esta obra Titzina se propone denunciar ese hecho infame entablando un puente entre estos sucesos y la ejecución del emperador Inca Atahualpa a manos de Francisco Pizarro.

El objeto de dicho puente es reflexionar sobre la influencia de nuestro pasado histórico, cuya carga cultural nos hermana con los hispanoamericanos. Al menos es lo que nos informa el programa de mano de la compañía, aunque la dramaturgia no acaba de reflejarlo. El conquistador solo aparece al principio y al final del relato, y está metido con calzador en la historia, que en todo momento gira en torno a lo que ocurrió en Choropampa, un nombre que por cierto no aparece en ningún momento. Y es que, más que contarnos un hecho concreto, el relato pretende llevar a cabo una suerte de denuncia universal sobre el abuso de poder por parte del primer mundo sobre el tercero. Lástima que, en su empeño por retrotraer todo ello a la conquista de Pizarro, acabe cayendo en un discurso manido, repleto de lugares comunes, que hunde sus raíces en la culpa judeo-cristiana y resulta un tanto maniqueo.

Algunas escenas abusan de la duración y el ritmo es un tanto denso, aunque cabe destacar que la puesta en escena determina un espacio escénico tan funcional como simbólico con el que que Diego Lorca y Pako Merino derrochan dominio y conocimiento del lenguaje del teatro contemporáneo y derrochan maestría en la interpretación. En ese sentido no se entiende muy bien que utilicen unos recursos tan pobres a la hora de desdoblar personajes.

Obra: La Zanja

Lugar: Teatro Central, 25 de enero

Compañía: Titzina

Texto y dirección e interpretación: Diego Lorca y Pako Merino

Música y sonido: Jonatan Bernabeu

Calificación: **