Todos los libros están en el aire

Difusión de la lectura. De ‘Historias de papel’ a ‘El público’, un repaso a la radio bibliófila

12 dic 2016 / 07:51 h - Actualizado: 12 dic 2016 / 07:00 h.
"Literatura","Sevilla en las ondas"
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  • Arriba, Manuel Pedraz, de ‘Historias de papel’ de RNE. Abajo, Viki Román <br />y Jesús Barroso, de Canal Sur, con el escritor Manuel Valderrama; y Jesús Vigorra, un hito en la radio cultural. / El Correo
    Arriba, Manuel Pedraz, de ‘Historias de papel’ de RNE. Abajo, Viki Román
    y Jesús Barroso, de Canal Sur, con el escritor Manuel Valderrama; y Jesús Vigorra, un hito en la radio cultural. / El Correo
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El sevillano Manuel Pedraz es el decano del periodismo radiofónico especializado en libros. Después de varias intentonas, creó el programa Historias de papel en abril de 1993, y desde entonces –24 años– no ha faltado un domingo a su cita con los oyentes. «Solo fallé uno, cuando falleció mi padre», recuerda. «Los demás todos, en verano como en invierno».

El esfuerzo de Pedraz se ha visto recompensado con un par de premios Andalucía de Periodismo, el de los Editores de Cataluña, el María Zambrano o el Premio Nacional de Fomento de la Lectura, entre otros galardones. Pero tal vez el mayor reconocimiento sea mantenerse en antena a lo largo de dos décadas y media, con un tema tan (aparentemente, al menos) poco masivo como la literatura. «Si no hubiera trabajado en un medio público, seguramente no habría aguantado tanto», afirma el veterano periodista, que además emite sus Historias los domingos a mediodía, «en un momento en que parece más adecuado hablar de fútbol».

Su secreto: «Desde el principio supe que quería hablar de libros como se habla de cualquier otra cosa, al mismo nivel de normalidad», asevera Pedraz, que atesora recuerdos con autores como Saramago, Cela, Vargas Llosa o Galeano, «uno de los más gratos», aunque más bien habría que preguntarse quién no ha pasado por su espacio.

«Hay un planteamiento básico, y es hablar desde el punto de vista del lector. No hacemos crítica, sino fomento de la lectura, y eso incluye a todas las audiencias y gustos. Recuerdo que cuando empezamos no lo hacía nadie, y ahora en cambio es muy común, leer al principio unas líneas del libro que íbamos a comentar».

Una filosofía similar animó a Jesús Vigorra a crear en 1997, en Canal Sur Radio, el programa eminentemente cultural El público, que andando el tiempo daría pie al exitoso espacio televisivo El público lee. «Siempre vi una gran dificultad en las entrevistas a escritores, y es que a menudo quedaban muy sosas, y para quienes no habían leído el libro en cuestión, podían llegar a ser un peñazo», evoca. «Fue así como pensé en meter lectores, proponiéndoles un reto: si te comprometes a leértelo, te mando el libro y hablamos sobre él. Empezamos con Caballero Bonald, luego con Espido Freire, con Sánchez Dragó... y así fuimos siguiendo».

Los experimentos de Vigorra no quedaron ahí. Con el apoyo de Mauricio Wiesenthal, leyó durante un verano con sus oyentes –«200 y pico con nombres y apellidos», subraya– nada menos que Guerra y paz, de Tólstoi, y con Arturo Pérez-Reverte hicieron lo propio con la novela El asedio. Ahora sigue defendiendo desde Andalucía TV la lectura y los libros, «porque es lo único que nos queda», apostilla.

«Hablar sobre libros en la radio es un placer sólo comparable al de su lectura y una oportunidad de compartir ese gusto. Una suerte en nuestro oficio», asegura Viki Román, otra profesional de Canal Sur Radio que con su compañero Jesús Barroso se ocupan de este sector cultural en el espacio Es la vida.

La nueva dimensión que la radio ha cobrado en internet es la gran baza de un programa como Biblioteca pública, dirigido por el periodista de RNE Manuel Sollo, que desde 2013 ha ido alojando más de medio millar de entrevistas en la plataforma digital de RTVE.es.

«Está siendo una de las experiencias más gratificantes de mi trayectoria profesional», asegura Sollo, quien compagina este apartado con su labor habitual como redactor. En su opinión, uno de los puntos fuertes de su programa es que «aquí se viene a hablar del libro, y con pausa, algo que agradecen mucho los autores. El último que tuve como invitado fue José María Merino, y que al final un académico se levante y te dé un abrazo, es una recompensa poco habitual», concluye.