Un Mesías entre algodones

Este año la complicidad entre el director y los coros participantes fue más acusada que en ocasiones anteriores, a pesar de ciertos desajustes y alguna entrada errada responsabilidad de Reuss, sobre todo al principio de la segunda parte.

22 dic 2016 / 10:05 h - Actualizado: 22 dic 2016 / 10:07 h.

El Mesías se ha consolidado definitivamente en estos conciertos participativos de Navidad. Ni Carmina Burana ni el Magnificat de Bach, programado en otras ciudades, ha podido en Sevilla con la ya asentada tradición de reunir en el Maestranza a las cientos de voces aficionadas que cada año arman el Belén más emotivo de cuantos a nivel musical se puedan imaginar en estas fechas en las que tanto se fomenta la convivencia en paz y armonía. Eso y más supone esta conmovedora experiencia a través de la cual gente de toda condición se convierte durante un par de noches en protagonistas del primer coliseo lírico de Andalucía. El reencuentro año tras año, el trabajo con sus aguerridos directores y la satisfacción de dedicar unas horas diarias a una afición tan hermosa convierte éste en un evento en el que la emoción y la belleza cobran un relieve que trasciende la propia propuesta musical.

Este año la complicidad entre el director y los coros participantes fue más acusada que en ocasiones anteriores, a pesar de ciertos desajustes y alguna entrada errada responsabilidad de Reuss, sobre todo al principio de la segunda parte. Alguna vez hemos sugerido otro emplazamiento para los coros participantes, más juntos, para evitar los desajustes que provoca el retardo entre terrazas, conscientes de que esa solución restaría por otro lado espectacularidad a la función, traducida en un sorprendente efecto espectral que rememora aquellos discos 4 Phase que tanto popularizó Decca a principios de los setenta del siglo pasado. Con todo cabe aplaudir el extraordinario trabajo y el nivel excepcional de estos coros amateurs.

Reuss manifestó una dirección entusiasta e informada, a la vez que delicada y exquisita, de tempi rápidos y ágiles y articulaciones precisas, a lo que la ROSS se plegó de manera encomiable, destacando unos muy armoniosos solos en The Trumpet Shall Sound. El Coro Cappella Amsterdam, especialista tanto en este repertorio como en el romántico e incluso contemporáneo, bordó unas partes corales en solitario igualmente detallistas y esponjosas. En cuanto a las voces, todas británicas, fueron sensacionales, con Julia Doyle, protagonista del penúltimo CD de la Barroca de Sevilla, moldeando una voz segura y de agudos refulgentes, Ed Lyon exhibiendo personalidad, perfecta afinación y armonía en sus partes de tenor, el barítono Morgan Pearse echando mano de los registros más graves para perfeccionar su parte con sensacionales resultados en potencia y proyección, y Catherine Hopper superando en la segunda parte las limitaciones de una voz algo pequeña. Sólo por disfrutar del Aleluya de propina final entonado por todos, incluidos solistas, vale la pena vivir cada año esta feliz experiencia.

EL MESÍAS PARTICIPATIVO ****

Julia Doyle, soprano. Catherine Hopper, mezzosoprano. Ed Lyon, tenor. Morgan Pearse, barítono. Cappella Amsterdam. Coros participantes: Camerata Vocal Concertante, San Felipe Neri, An Die Musik, Ángel de Urcelay, Ars Vivendi Sevilla, Ciudad de Aracena, Sociedad Musical de Sevilla, Universidad de Huelva, Ateneo de Sevilla, Manuel de Falla, Orfeón Portuense y Orfeón Virgen de la Escalera de Rota. Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Daniel Reuss, director musical. Programa: El Mesías de Haendel. Teatro de la Maestranza, miércoles 21 de diciembre de 2016