Demasiado vulgar para soñar (0-0)

El Betis exhibe todos sus defectos ofensivos y cede un pobre empate ante un Sporting muy discreto que sin embargo disfrutó de la ocasión más clara. Los béticos sueñan con ilusionarse, pero su equipo se lo pone muy difícil y la respuesta fue la primera gran protesta desde el cambio de entrenador

22 ene 2017 / 20:37 h - Actualizado: 23 ene 2017 / 00:04 h.
"Fútbol","Primera División","Real Betis","Sporting de Gijón"
  • Zozulia, la novedad en el once, recibe un cariño de Cuéllar. El ucraniano dio una malísima imagen / Jesús Barrera
    Zozulia, la novedad en el once, recibe un cariño de Cuéllar. El ucraniano dio una malísima imagen / Jesús Barrera

El Betis cerró la primera vuelta con una pobrísima actuación ante un discreto Sporting que se saldó con el único resultado posible para tanta mediocridad: empate sin goles. El conjunto verdiblanco generó alguna que otra ocasión en el primer tiempo, pero en el segundo no halló el modo de superar la defensa visitante, que redujo las ya de por sí limitadas cualidades ofensivas del Betis a la nada. Y el visitante era el antepenúltimo de la Liga... El equipo de Víctor fue incapaz de vencerle y ni siquiera la protesta de su afición le hizo reaccionar. Conclusiones: si Dani Ceballos no tiene su mejor día, no hay otra alternativa para generar juego; si Rubén Castro se queda sin esa conexión con el utrerano, la luz se le apaga todavía más al Betis; y el contexto de la plantilla es tan gris que sus dos jugadores más brillantes deberían estar a un nivel superlativo en el 90% de las 19 jornadas que faltan para que el Betis aspire a algo más que a ser un don nadie en mitad de ninguna parte. Los béticos sueñan con soñar, pero su equipo se lo pone muy difícil.

Entró mejor en el partido el Sporting, seguramente con ese plus de motivación que siempre aparece por arte de magia cuando un equipo cambia de entrenador. Los asturianos también contaron con la ayuda del Betis y sus imprecisiones. Hacía tiempo que no se le recordaban en semejante cantidad, al menos en el Villamarín. En todo caso, aparte de un par de peligrosas pérdidas de Dani Ceballos, el único motivo de inquietud para Adán fue una falta que Cop lanzó con tino, el mismo que tuvo el meta para sacar la manopla a tiempo.

De todos los problemas que exhibió el Betis, el más flagrante fue la inexplicable presencia de Zozulia. La gran sorpresa del once fue una máquina de fueras de juego y no aportó nada, por decirlo claro. A pesar de él y a pesar de todo, el Sporting es tan poca cosa que el Betis acabó haciéndose con el control del duelo y, sin generar un fútbol medianamente fluido, acumuló ocasiones y por tanto méritos para irse al intermedio con ventaja. Las más claras fueron un cabezazo de Zozulia que repelió Cuéllar un minuto después de que Durmisi se topase también con el meta, una falta lateral que cabeceó Pezzella para que de nuevo apareciese el cancerbero y un remate de Durmisi al lateral de la red tras un excelso control y una mejor asistencia de Rubén Castro. Esa serie en el espacio de seis minutos y un cabezazo de Donk que se marchó fuera por poquísimo (34’) pusieron el punto final al carrusel ofensivo verdiblanco. La sensación era que no había dudas de quién era superior, pero también que no traducir esa jerarquía en el marcador es como tener un tío en Granada.

Esa impresión no cambió en la segunda parte. El Sporting respetó su casi nulo espíritu ofensivo y aun así disfrutó de la ocasión más clara de toda la noche, un remate de Cop al poste con Adán batido (y poco ángulo, todo hay que decirlo) tras una mala cesión de Durmisi. El Betis, en cambio, sólo fue a peor y su presencia en el área sportinguista se concentró en tres momentos: un chut demasiado cruzado de Rubén tras una buena arrancada de Jonas Martin, que por cierto cuajó una actuación para enmarcar... por mala; una internada de Piccini que Petros remató fuera y un buen pase de Bruno a Jonas que el galo desperdició a favor de Cuéllar.

No hubo más, la verdad. La falta de calidad, de chispa, de velocidad y de ideas del Betis fue tan patente frente al antepenúltimo de la Liga que el choque acabó siendo un quiero y no puedo para desesperación y hartazgo de la grada, que propinó a los suyos la primera gran pitada desde el cambio de entrenador. No le faltó razón.

REAL BETIS: Adán; Piccini, Bruno, Donk, Pezzella, Durmisi; Brasanac (Petros, m. 52), Dani Ceballos, Jonas Martin (Nahuel, m. 83); Zozulia (Álex Alegría, m. 52) y Rubén Castro.

REAL SPORTING: Cuéllar; Lillo, Babin, Amorebieta, Canella; Xavi Torres; Víctor (Moi Gómez, m. 61), Carmona (Burgui, m. 86), Nacho Cases, Isma; y Cop (Carlos Castro, m. 75).

Árbitro: Undiano Mallenco (Comité Navarro). Amonestó a Babin (20’), Dani Ceballos (59’), Lillo (84’) y Bruno (93’).

Incidencias: partido de la 19ª jornada, disputado en el estadio Benito Villamarín ante 35.097 espectadores.