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Juan Merino da instrucciones junto a Xavi Torres y Petros / Manuel gómez
Ganar es un verbo de la primera conjugación en gramática y de primera necesidad en el mundo del fútbol. El Betis lo pronunció ante el Valencia después de dos meses sin enterarse de qué significaba en la Liga, pero un triunfo sólo es un triunfo, en singular. Para convertirlo en algo mejor, lo ideal es sumarle otro, y otro, y otro... Suena mejor en plural, la verdad. Y el equipo verdiblanco, que sólo lleva seis en todo lo que va de campeonato, viaja hoy a Riazor, allí donde hace un cuarto de siglo empezó a cavar la tumba de uno de sus descensos a Segunda, con esa intención, la de conseguir dos victorias consecutivas por segunda vez en toda la temporada. Es el camino más rápido para huir de la quema de la zona de descenso y buscar aguas más tibias, pero tiene un problema: estrena su recién inaugurada racha ante un rival que ya lo derrotó en Heliópolis, que está mejor clasificado y que juega en su estadio.
El Deportivo de los exsevillistas Víctor Sánchez del Amo, Luis Alberto o Fernando Navarro, del exbético Juanfran y, sobre todo, de Lucas Pérez recibe al Betis de Merino, del exdeportivista Rubén Castro, de Adán, de Dani Ceballos... y de Musonda. Si no fuese porque el conjunto verdiblanco no está para disfrutar sino para acumular puntos a la mayor brevedad posible, diríase que el choque de la hora golfa en Riazor se intuye atractivo. Y si el Betis recuperase el nivel que exhibió durante la primera mitad de la primera vuelta fuera del Villamarín, lo sería más todavía.
Este Betis que por fin ganó en su campo, después de ocho comparecencias sin disfrutar de algo así, querrá ahora volver a ser feliz como visitante. La regresión ha sido total. Muy lejos, casi como si hubiese sucedido en otra campaña, queda su excelente principio de Liga, en el que enlazó seis viajes consecutivos sin perder. Después se adentró en una malísima racha que lo ha llevado a obtener sólo un punto de 15 en los últimos cinco desplazamientos: perdió en Las Palmas (1-0), el Camp Nou (4-0) y Getafe (1-0), empató en Villarreal (0-0) y volvió a caer en Anoeta (2-1). Aun así, el Betis todavía debe la mayoría de sus puntos (15 de 25) a su rendimiento como forastero.
En la búsqueda de ese primer éxito viajero en mucho tiempo, que al mismo tiempo sería el segundo triunfo consecutivo en la Liga, que al mismo tiempo equivaldría a pensar que este Betis de Merino empieza a ser regular, no se prevén muchos cambios en el esquema del técnico linense. Como mínimo introducirá una novedad, la del recuperado Westermann por el sancionado Pezzella. Poco más cabe esperar. Dani Ceballos sanó a tiempo de sus molestias y viaja hoy a La Coruña, igual que Cejudo y Kadir, que al final sólo se ha perdido dos jornadas. Curiosamente, los tres aspiran al mismo puesto: el flanco izquierdo del ataque. El derecho tiene dueño, a no ser que Musonda se haya resfriado esta noche. Montoya lo escoltará y el tercer fichaje invernal, Leandro Damiao, se queda en Sevilla con el pase internacional pero sin el físico necesario para competir. Tampoco volarán Van der Vaart, Digard y Varela, como ausencias más significativas.
El Deportivo, que durante buena parte del curso fue un asiduo de la zona europea, se ha atascado un poco y ha empalmado siete jornadas sin ganar. Eso acrecienta la urgencia y, por tanto, el peligro de los hombres que dirige Víctor, que recupera a Celso Borges tras tres meses de lesión y pierde a Juan Domínguez y Lopo.
RC DEPORTIVO DE LA CORUÑA: Lux; Juanfran, Arribas, Sidnei, Fernando Navarro; Álex Bergantiños, Pedro Mosquera; Cani, Luis Alberto, Fayçal; y Lucas Pérez.
REAL BETIS: Adán; Montoya, Bruno, Westermann, Vargas; Musonda, Petros, N’Diaye, Dani Ceballos; Van Wolfswinkel y Rubén Castro.
Árbitro: Undiano Mallenco (Comité Navarro).
Estadio: Riazor.
Hora: 22.05. TV: La 1.