El Betis cruza la primera meta (1-0)

El equipo de Merino traspasa la barrera de los 40 puntos justo antes de afrontar el derbi y su permanencia será matemática el jueves si pierden el Sporting y el Getafe y no gana el Levante

19 abr 2016 / 20:50 h - Actualizado: 20 abr 2016 / 13:51 h.
"Real Betis"
  • Van Wolfswinkel celebra el 1-0 con Petros, Rubén Castro, Musonda y N’Diaye / Pepo Herrera
    Van Wolfswinkel celebra el 1-0 con Petros, Rubén Castro, Musonda y N’Diaye / Pepo Herrera
  • Pezzella pugna con Willian José / Pepo Herrera
    Pezzella pugna con Willian José / Pepo Herrera

A cuatro jornadas del final de la Liga, los béticos ya pueden respirar. Su equipo venció ayer a la UD Las Palmas gracias a un gol de Van Wolfswinkel a seis minutos del final y por tanto traspasa la barrera de los 40 puntos en un magnífico momento, justo antes de afrontar el derbi. Tampoco fue malo el día que eligió el holandés para conseguir su primer tanto en la Liga española. Si no hay debacle o una conjunción muy extraña de resultados, su equipo está virtualmente salvado gracias a él. De hecho, su permanencia puede ser matemática este mismo jueves si el Sporting pierde con el Sevilla, el Getafe cae en Anoeta y el Levante no gana al Granada, así que la primera meta del club de La Palmera parece traspasada. Y la segunda, la octava plaza, ya no se antoja tan quimérica, porque los de Juan Merino empatan provisionalmente a 41 puntos con quien la ocupa, el Málaga.

La noche acabó siendo óptima para el Betis, pero la verdad es que salió a jugar con la admisión tácita de que era inferior técnicamente. El dato al final del primer tiempo era revelador: 68% de posesión para los canarios. La posterior inferioridad numérica de los amarillos reequilibró el balance, pero el equipo de Merino se plantó en el césped como si enfrente estuviesen el Barcelona o el Real Madrid, replegado en su mitad del campo y minimizando todos los espacios habidos y por haber. Dicho lo cual, realizó muy bien esa tarea. Los de Quique Setién tocaron y tocaron y tocaron la pelota, pero todo lo que hicieron en ataque consistió en un chut de Montoro y un remate de Nili, ambos desviados y sin necesidad de que Adán interviniese.

Sólido en el frontón que construyó del círculo central hacia detrás, el Betis fio casi toda su suerte ofensiva al contragolpe mientras el partido fue de once contra once. Como su repliegue defensivo era brutal, le costó organizar algún ataque en condiciones. Dani Ceballos o Joaquín, los más interesados en mejorar la calidad de vida de Rubén Castro, apenas disfrutaron de balones en condiciones para inventar algo. El utrerano revirtió esa situación en la segunda parte, todo sea dicho, pero hasta el descanso no hubo más acercamientos que un saque de esquina que Pezzella no tocó por centímetros (26’) o una muy buena internada de Joaquín con un centro que Rubén cabeceó alto (27’). Antes, el canario había marcado un gol que fue bien anulado por fuera de juego (18’).

Casi al final del primer tiempo, Aythami fue expulsado por incauto, porque con una amarilla no tenía por qué cometer esa falta sobre Rubén. La superioridad obligó al Betis a cambiar la fisonomía del encuentro, pero se lo tomó con calma y no pasó a ser dominador absoluto hasta los veinte últimos minutos. Merino intentó que ocurriese desde el minuto uno (del segundo tiempo) convirtiendo a Joaquín en segundo delantero descarado y luego metiendo a Musonda, pero su saldo de ocasiones claras siguió siendo nulo. Sólo a partir de la entrada de Van Wolfswinkel se produjo el salto de calidad, por ser generosos en la definición. El Betis, sin delanteros a quienes defender, jugó con tres zagueros, se volcó definitivamente en la parcela contraria y las opciones de gol aparecieron por fin.

La primera oportunidad realmente peligrosa de los verdiblancos llegó en el 70’ y fue un cabezazo de Bruno que detuvo Lizoain. Cinco minutos después, Dani Ceballos chutó desde la frontal y el balón se marchó fuera por poco. Y en el 77’, ni Rubén ni Van Wolfswinkel atinaron a rematar un excelente centro de Dani Ceballos. Fueron los precedentes de la jugada decisiva, el gol de Van Wolfswinkel. El desmarque, el control y el remate del holandés tuvieron mérito y son dignos de los grandes delanteros del campeonato, pero no hay que obviar la responsabilidad de Dani Ceballos, que vio el hueco y le mandó el pase exacto. El canterano fue una vez más el alma del Betis. Y ahí se acabó el partido. Si no hay más sorpresas, también el sufrimiento de los béticos. Su equipo, salvo catástrofe, estará en Primera la próxima temporada. Ahora le toca crecer...

REAL BETIS: Adán, Molinero (Cejudo, m. 57), Bruno, Pezzella, Varela (Van Wolfswinkel, m. 66); Petros, N’Diaye; Kadir (Musonda, m. 53), Dani Ceballos, Joaquín; y Rubén Castro.

UD LAS PALMAS: Lizoain; David García, Aythami, Bigas, Garrido; Vicente Gómez, Montoro; Nili (El Zhar, m. 69), Tana (David Simón, m. 46), Momo (Hernán, m. 81); y Willian José.

Gol: 1-0, m. 84: Van Wolfswinkel.

Árbitro: Vicandi Garrido (Comité Vasco). Expulsó al visitante Aythami por doble amarilla (31’ y 41’). Amonestó a Willian José (68’), Cejudo (80’) y Van Wolfswinkel (87’).

Incidencias: partido de la 34ª jornada, disputado en el estadio Benito Villamarín ante 30.364 espectadores.