El Betis de Setién y Adán reconquista el Bernabéu (0-1)

LA CRÓNICA. El equipo verdiblanco se da la mayor alegría de los últimos años y gana al Real Madrid con un gol de Sanabria en el tiempo de prolongación tras una jugada marca de la casa, con múltiples toques antes del tanto. Antes fue clave el guardameta con un sinfín de paradas decisivas

20 sep 2017 / 21:43 h - Actualizado: 21 sep 2017 / 14:02 h.
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  • Adán se interpone entre Borja Mayoral y el gol. El meta del Betis fue decisivo / Efe
    Adán se interpone entre Borja Mayoral y el gol. El meta del Betis fue decisivo / Efe

El Betis ganó al Real Madrid en el Bernabéu. Esta fría frase de apenas diez palabras resume sin embargo un alegrón histórico para los béticos y una victoria de enorme peso y significado. El alegrón es histórico porque los verdiblancos no conquistaban La Castellana desde hacía diecinueve años. Y la victoria trasciende los tres puntos porque el gol que la facilitó, con la firma de Sanabria en el penúltimo minuto, condensa la esencia de la filosofía de Quique Setién. Fue una combinación de todo el equipo, un ejercicio de paciencia pura y dura ante un rival desquiciado que se veía tropezando en casa por tercer partido consecutivo y, sobre todo, a siete puntos del Barcelona. Fueron veinte pases, veinte, hasta que el Betis halló una vía por la que acercarse al área rival para que su delantero diese un espaldarazo de dimensiones incalculables al proyecto. Eso ocurrió en el 94’. Antes, el grupo de Setién compitió con hombría y sufrió, cómo no, pero ahí resurgió Antonio Adán, el mejor Adán, que hizo no menos de cinco paradas decisivas. Este Betis con muchos futbolistas de verdad sigue teniendo portero, por si alguien lo dudaba.

El Betis se plantó en el gran templo del fútbol español con la valentía que había predicho su entrenador. Con el paso de los minutos acabó reculando, pero cada vez que tuvo el balón supo qué hacer con él con sensatez. Esa escenografía dominó el primer cuarto de hora, en el que los verdiblancos, guiados por Camarasa y Fabián, gozaron de tres ocasiones muy buenas: un remate de Sanabria que Carvajal desvió con el tobillo tras un esprint increíble, un remate de Tello que atrapó Keylor en la misma jugada y una gran volea de Camarasa.

En esos minutos tan buenos del Betis, el Real Madrid sólo generó un taconazo de Cristiano que despejó in extremis Javi García rozando el penalti por manos pero sin cometerlo. El panorama varió a partir de un contragolpe conducido por Modric, sin duda el mejor de los suyos hasta el intermedio. El croata corrió de costa a costa y chutó al lateral de la red. No fue gol, pero su equipo aprovechó la inercia para encerrar al Betis, más centrado en vigilar su área de cerca que en batallar en el círculo central y sus alrededores, y amenazó con un centro de Carvajal que Modric empalmó alto por poco y un derechazo de Cristiano que detuvo Adán.

Demasiado apelotonado demasiado cerca de su área, el Betis salió de esos minutos de apuro tras un horrible saque de banda de Carvajal que Fabián aprovechó para forzar a Keylor a lanzar una manopla extraordinaria. Ahí se acabó ofensivamente el Betis, mermado por la lesión de Camarasa y centrado en resistir el último arreón merengue. El apunte final, un paradón de Adán ante Isco desde muy cerca.

La segunda parte respetó una línea argumental clara: el Real Madrid sólo jugó en la parcela contraria y frecuentó a Adán, mientras que el Betis se alimentó de su defensa y de las contras. La primera ocasión, la mejor, llevó la firma y la errata de Cristiano, que remató fuera con todo a favor tras un excelente pase de Bale. Se repuso el Betis en un saque de Adán que habilitó a Francis, pero el canterano se frenó al llegar al área y chutó alto. Sin solución de continuidad, Carvajal remató al poste.

Lo dicho: el Madrid vivía a la desesperada y el Betis asomaba la cabeza cuando podía. La posesión resultó abrumadora a favor de los locales, pero los de Zidane fueron dejando cada vez más espacios que podrían haber sido aprovechados por su contrincante si el esfuerzo defensivo no hubiera pasado factura a sus piernas y pulmones. Y si Boudebouz hubiese estado un poco más inspirado. En cualquier caso, predominó la ofensiva merengue pero siempre se estrelló con Adán o, en su defecto, el palo. El meta se lució en un chut lejano de Kroos, en un taconazo de Bale que desvió lo suficiente para que la pelota se fuese al poste y en dos remates de Borja Mayoral. Casi nada.

Ese esquema de partido se fue radicalizando conforme se fue aproximando el final. El Bernabéu se puso al borde de la histeria, Zidane desorganizó a sus hombres e hizo un favor al Betis quitando a Modric e Isco y el Madrid era ya un equipo descosido. El Betis desperdició un par de contras y marcó un gol anulado por claro fuera de juego de Sanabria, pero cada vez que tenía el balón controlado se intuía el peligro. Y ocurrió. El gol del Betis. Toques y más toques, veinte, el vigente campeón de Liga sin ver la pelota, gran centro de Barragán y cabezazo de Sanabria. Un triunfo para la historia.

REAL MADRID: Keylor Navas; Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Marcelo (Lucas Vázquez, m. 71); Kroos, Casemiro, Modric (Borja Mayoral, m. 72); Bale, Isco (Asensio, m. 67) y Cristiano.

REAL BETIS: Adán; Barragán, Mandi, Feddal, Durmisi; Javi García; Francis (Boudebouz, m. 60), Fabián (Joaquín, m. 79), Camarasa (Guardado, m. 43), Tello; y Sanabria.

Gol: 0-1, m. 94: Sanabria.

Árbitro: Mateu Lahoz (Comité Valenciano). Amonestó a Tello (36’), Mandi (37’) y Feddal (58’).

Incidencias: partido de la 5ª jornada de Liga, disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 65.102 espectadores.