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Dani Ceballos se refresca delante de Víctor en un momento del derbi del pasado sábado / Manuel Gómez
El Betis cosechó el sábado su undécimo tropiezo consecutivo en un derbi en el Villamarín y el octavo seguido en general pero, más allá de la eterna rivalidad, la consecuencia de más calado que deja el partido para los verdiblancos es la confirmación de que atraviesan su peor momento de toda la campaña, no tanto en juego como en resultados. Y los resultados son lo primero en fútbol. Es una crisis en toda regla.
DANI CEBALLOS VS. LA ESCASEZ DE RECURSOS
Que el fútbol del Betis sea convincente depende de que Dani Ceballos esté en buenas condiciones en el campo. Si no lo pisa o se resiente físicamente (como en la segunda parte del derbi), apenas hay alternativas consistentes al alcance de Víctor. Rubén Pardo ha dado un salto de calidad al centro del campo, es cierto, y Durmisi es un gran fichaje, pero siguen siendo elementos insuficientes porque casi todo lo que los rodea ofrece poco o nada. El sistema defensivo, que tan bien funcionó en las primeras jornadas con el madrileño, vuelve a las andadas: cuatro goles en Granada, dos malas defensas en los dos tantos del Sevilla... Y el ofensivo, con Rubén negado, tampoco carbura. Los tres últimos goles del Betis han sido a balón parado (dos saques de esquina y una falta directa) y han llevado la firma de Álex Alegría, Petros y Durmisi. El último tanto fruto de una jugada fue también ante el Leganés (lo marcó Piccini). Otro dato: Sanabria sólo ha marcado un tanto en toda la campaña. Y una constante: los suplentes que entran en los partidos restan más que suman. El Betis no va decimoquinto por casualidad, está claro.
SEQUÍA DE RUBÉN, PROBLEMA EN EL BETIS
La racha del Betis coincide de principio a fin con la sequía de su futbolista más determinante: Rubén Castro. El último triunfo verdiblanco fue el 8 de enero ante el Leganés (2-0) y desde ese mismo día no marca el canario, que lo hizo en el 51’. Así pues, son 579 minutos en blanco. Es su quinta peor serie en el Betis. El problema es que en ese top 5 de grandes crisis hay otra de esta temporada, la de 687’ desde que marcó en Mestalla (3ª jornada) hasta que resucitó en Eibar (13ª).
SEIS JORNADAS SIN GANAR: 3 PUNTOS DE 18
El primer síntoma del enfermo es su incapacidad para ganar partidos. Son ya seis jornadas consecutivas en ese plan y es de largo la peor serie de toda la temporada. Lo más que estuvo el Betis de Poyet en esa misma coyuntura fueron dos jornadas seguidas. Este apagón empieza a recordar al de la campaña pasada, que duró diez capítulos. En mitad de esa crisis, el consejo de administración destituyó a Pepe Mel y recurrió a Juan Merino.
En este tramo crítico, el Betis sólo ha cosechado 3 de los 18 puntos en juego, fruto de sus tres empates consecutivos en casa ante el Sporting, el Barcelona y el Valencia. En lo que va de segunda vuelta lleva la mitad de puntos (2) que en el mismo parcial en la primera vuelta. Y hay que insistir: no es casual. En todos esos seis encuentros, los únicos en los que el Betis ofreció un nivel digno o muy digno fueron ante el Barcelona y en la primera parte contra el Sevilla.
EL DESCENSO, A SIETE PUNTOS
Esta pésima racha ha mermado parte del colchón del que llegó a disfrutar el Betis, que por ahora se libra de males mayores porque los tres de abajo están a un nivel ínfimo. El Sporting, antepenúltimo, empató ayer con el Celta (1-1) y se coloca con 17 puntos, por los 24 del Betis (con un partido menos). Después de ganar al Leganés, el conjunto de La Palmera tenía nueve puntos de margen sobre el tercero por la cola. Teniendo en cuenta la parálisis verdiblanca, la pérdida parece pecata minuta. Su renta sobre el Granada ha bajado más, de doce a ocho puntos. Eso sí, la décima plaza, el objetivo mínimo oficial de la entidad, está diez puntos por arriba (el Celta tiene 34 puntos).
ATASCO EN EL VILLAMARÍN
El Betis de Víctor basó su mejoría en el crecimiento defensivo, la aparición de Dani Ceballos... y su fortaleza en el Villamarín. Ese último factor ya es historia. El sábado se produjo la primera derrota de los verdiblancos en su campo desde el relevo en el banquillo y la racha allí también empieza a ser amenazante: cuatro partidos consecutivos sin ganar (3 puntos de 12).
FUERA NO PUNTÚA DESDE... OCTUBRE
El atasco casero no sería tan relevante si el Betis no siguiese siendo la negación en persona cuando sale de su campo. La era Víctor fuera del Villamarín se sintetiza así de fácil: 0 puntos de 12 en la Liga y cinco derrotas en cinco partidos (contando la visita copera a Riazor). El Betis lleva un 0 de 15 en sus cinco últimos desplazamientos y su registro total es un apabullante 6 de 30: dos victorias (Valencia y Osasuna) y ocho derrotas. No puntúa como visitante desde El Sadar. Y allí jugó... el 21 de octubre.