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Torrecilla sonríe antes de dar la conferencia de prensa de este miércoles. / A. Viola
Se esperaba con interés la evaluación de Miguel Torrecilla, director deportivo del Betis, sobre los ocho primeros partidos de la temporada, en los que el cuadro de Poyet ha ofrecido una pobre imagen y sólo ha sumado ocho puntos (16º). Para el salmantino «Poyet está fuerte, yo lo veo fuerte, buscando soluciones. La confianza en el entrenador está inalterada, seguimos con la hoja de ruta. Hay que mirar en mis 16 años de profesión para ver cómo he tomado estos asuntos. Estuvimos diez partidos sin ganar y dos empates en el Celta y no hubo cambios», aunque no escondió que «esta situación la valoro como una situación que hay que gestionar, sabiendo que hay que cambiarla. El equipo no ha dado el rendimiento esperado en los dos últimos partidos, hay que hacer sentir al bético orgulloso con lo que ve en el campo. Lo que es innegociable es que seamos un equipo competitivo e incómodo para el rival».
Insistió Torrecilla en que no hay nerviosismo, ya que «me veo con la tranquilidad de tener a un entrenador buscando soluciones con mucha fuerza. Ya valoraremos si en el mercado de invierno se produce algún cambio en la plantilla. Analizar ahora, tras ocho jornadas, si tenemos plantilla para estar más arriba es muy pronto. Estamos a dos puntos del noveno y a uno del descenso. Sabemos que estamos en la temporada más igualada de los últimos años». En este sentido, el directivo mandó un mensaje a la afición bética: «La tranquilidad que tiene que tener el bético es que se trabaja para buscar soluciones. No tenemos a un cuerpo técnico inflexible, sabe que tiene que cambiar cosas. Y tampoco lo vamos a hacer público para que los rivales no lo sepan».
Fue cuestionado Torrecilla sobre la frase que pronunció antes de empezar la temporada, cuando dijo que el del Betis era el mejor centro del campo de la Liga sin contar los grandes. «Sigo considerando que el centro del campo que tenemos es de los mejores... quitando a los grandes. ¿Quiénes son los grandes? No hace falta decirlos. Todos sabemos quiénes son», incidió el salmantino, que no cataloga el partido ante el Osasuna como una final: «Tenemos 14 jugadores y un entrenador nuevos, estamos empezando. Hay jugadores que todavía están por debajo del nivel que pueden dar. Hay margen de crecimiento. Cualquier persona en la vida debe tener un plan B, pero seguimos pensando en el plan A».