La locura le sienta horrible al Betis (3-6)

LA CRÓNICA. Los verdiblancos sufren su primera derrota en el Villamarín. Campbell revolucionó todo y su equipo pasó de perder 0-4 a marcar tres goles en seis minutos antes de volverse loco del todo y facilitar otros dos tantos de los che

15 oct 2017 / 22:33 h - Actualizado: 16 oct 2017 / 14:36 h.
"Real Betis"
  • Jugadores del Valencia C.F. celebran uno de los goles encajados al Betis. / Jose Manuel Vidal (Efe)
    Jugadores del Valencia C.F. celebran uno de los goles encajados al Betis. / Jose Manuel Vidal (Efe)

El Betis de Quique Setién se ha propuesto ponérselo muy difícil a los cronistas de sus partidos. No contento con la montaña rusa de su 4-4 en Anoeta, el equipo verdiblanco fue más allá y perdió con el Valencia por un resultado digno de un partido de tenis, que no de uno de fútbol. Los verdiblancos volvieron a regalar dos goles en dos saques de esquina, fallaron un penalti, rozaron la humillación con 0-4 a un cuarto de hora del final, rozaron una remontada para la historia con tres goles en seis minutos y, para rematar la tragicomedia o lo que sea que fuese, encajó otros dos tantos en el tramo final. En resumen: primera derrota de la campaña en el Villamarín y 10 goles en contra más 7 a favor en las dos últimas jornadas. El fútbol es un espectáculo y no tiene por qué responder siempre a la cordura o la ortodoxia, vale, pero el Betis sólo ha sacado un punto de ese desenfreno balompédico. Para reflexionar...

Setién no movió ni un varal de su 4-1-4-1 y eligió a Guardado para reemplazar a Javi García. Por delante, Narváez y no Camarasa. Y los dos delanteros, aunque Sergio León se escoró a la derecha. El Valencia replicó con el no menos clásico 4-4-2. El respeto mutuo fue evidente y se tradujo en veinte minutos en los que no ocurrió nada, más allá de un buen esfuerzo defensivo de Guardado para tapar una internada de Rodrigo o una volea de Sergio León tras un saque de esquina. A partir de ese minuto 20, minuto arriba minuto abajo, el Valencia empezó a mandar de verdad desde la comodidad que Murillo imprimía a su defensa y la jerarquía de Parejo y Kondogbia. El Betis, huérfano de Guardado en las zonas donde genera auténtico peligro, existió poco en ataque.

Antes del 0-1, el Valencia creó tres ocasiones claras consecutivas en tres minutos: un derechazo de Carlos Soler que repelió Adán, un remate desviado de Rodrigo y una triangulación entre Parejo y Zaza que Guedes no convirtió en gol porque Mandi estiró la pierna a última hora. En ese córner llegó el primer tanto, obra de Kondogbia con el beneplácito defensivo de Fabián. Después, Durmisi evitó que marcase Soler.

El Betis estaba desbordado, pero halló fuerzas de algún sitio y se acercó por fin a Neto con una falta de Joaquín que desvió el meta y una magnífica jugada del portuense y Fabián que Sanabria remató en mala postura. La senda estaba marcada arriba, pero no atrás. Al borde del descanso, Soler voleó el balón y Adán lo volvió a repeler, pero Guardado no despejó en condiciones, posiblemente fue objeto de juego peligroso y, entre protesta y protesta, Guedes fue más listo que nadie y mandó el balón a la escuadra.

El Betis regresó del vestuario como debía, con todo el ímpetu ofensivo que le había faltado en la primera parte, y rondó el área de Neto desde el principio. Pronto tuvo recompensa, un mal despeje de Kondogbia con el brazo. Sergio León se encargó del penalti, pero no era la noche del Betis, estaba claro. El 7 chutó fuerte pero sin colocación y el meta che repelió el tiro. Ahí se acabó medio partido para el Betis. Afectado por el mazazo, el equipo de Setién volvió a quedar en manos del Valencia, que además no perdonó. Primero se benefició de un error de marca en un saque de esquina, otro más, ahora de Narváez, y después tuvo la suerte de que Mandi desviase un remate de Santi Mina lo justo para que sobrevolase a Adán.

Setién metió entonces a Campbell. El costarricense necesita rodaje, es obvio, y el técnico debió de pensar que con la derrota asegurada era un buen momento. Lo que quizá no esperaba es que el extremo revolucionase el choque de un modo tan radical. Nada más entrar, a Parejo le dio un aire y lo dejó solo ante Neto. No lo desperdició. Un minuto después se inventó un excepcional pase a Sanabria, que sorteó al meta y marcó. 2-4 y faltaban doce minutos. Todo era posible ya en el Villamarín y la grada se echó encima como si de verdad tuviese la capacidad de ser un futbolista más. Entonces marcó Tello, de nuevo tras una jugada de Campbell, y Heliópolis enloqueció del todo. El problema es que el Betis también lo hizo. No le quedaba otra, claro, pero se fue al ataque sin cordura ninguna y el Valencia, que estaba muerto o medio muerto, se encontró de repente con una lamentable pérdida de Tello que tuvo el máximo castigo: gol de Zaza. La derrota volvía a estar garantizada, pero al beticismo, aunque fuese sólo por esos diez minutos, ya no le importaba. La afición acabó el encuentro aclamando a los suyos y en ese extraño y contradictorio ambiente volvió a marcar Andreas. Qué locura...

REAL BETIS: Adán; Barragán, Mandi, Feddal, Durmisi; Guardado; Sergio León (Campbell, m. 76), Fabián (Camarasa, m. 66), Narváez (Tello, m. 66), Joaquín; y Sanabria.

VALENCIA CF: Neto; Nacho Vidal, Garay, Murillo (Paulista, m. 77), Gayá; Carlos Soler (Andreas, m. 75), Parejo, Kondogbia, Guedes; Rodrigo (Santi Mina, m. 68) y Zaza.

Goles: 0-1, m. 35: Kondogbia. 0-2, m. 45: Guedes. 0-3, m. 64: Rodrigo. 0-4, m. 75: Santi Mina. 1-4, m. 77: Campbell. 2-4, m. 78: Sanabria. 3-4, m. 83: Tello. 3-5, m. 88: Zaza. 3-6, m. 93: Andreas.

Árbitro: Sánchez Martínez (Comité Murciano). Amonestó a Feddal (45’), Nacho Vidal (51’), Murillo (59’) y Santi Mina (86’).

Incidencias: partido de la 8ª jornada de Liga, disputado en el estadio Benito Villamarín ante 48.792 espectadores.