La primera duda: ¿revolución o transición tranquila?

Expectación ante el primer once de Víctor, sobre todo entre los grandes olvidados de Poyet, como Bruno o Dani Ceballos. «Con mucha ilusión y ganas de que llegue el partido del viernes», afirma Dani Ceballos

17 nov 2016 / 09:00 h - Actualizado: 17 nov 2016 / 19:04 h.
"Real Betis","Víctor Sánchez del Amo"
  • Víctor camina delante de Donk y Bruno, de los grandes relegados de Poyet / Manuel Gómez
    Víctor camina delante de Donk y Bruno, de los grandes relegados de Poyet / Manuel Gómez

Víctor Sánchez del Amo inaugurará su etapa al frente del Betis dentro de unas horas, el viernes por la noche contra la UD Las Palmas, y afrontará su puesta de largo en Heliópolis después de sólo cinco entrenamientos al frente de sus hombres (uno por cada día de la semana más la doble sesión del martes). El margen de tiempo no es el mejor posible, así que una de las mayores incógnitas residirá en ver si es capaz de imprimir ya un sello reconocible a su nuevo equipo, algo que Gustavo Poyet no consiguió después de una pretemporada completa y once jornadas de Liga. La otra es si acudirá a la vía de la revolución en su estreno. En otras palabras, si su primer once titular se parecerá mucho o poco al de su predecesor.

La referencia postrera del Betis de Poyet es esta retahíla de nombres que montó contra el Villarreal: Adán; Piccini, Mandi, Pezzella, Álex Martínez; Cejudo, Jonas Martin, Petros, Felipe Gutiérrez; Joaquín y Sanabria. En el banquillo se quedaron Rubén Castro, Álex Alegría, Donk, Cejudo, Nahuel, Rafa Navarro y Brasanac y en Sevilla, fuera de la convocatoria, jugadores como Bruno, Dani Ceballos o Fabián.

Hay nombres propios que están en la mente de la gran mayoría de aficionados. En defensa, por ejemplo, Bruno. Sin olvidar a Donk, por supuesto. Pero el canario ha rendido a un excelente nivel durante dos campañas y el bético lo ha visto, así que tiene más conocimiento de causa a la hora de extrañarse por su prolongado ostracismo: sólo ha participado en cuatro partidos (todos como titular) y después de Anoeta ha empalmado cuatro jornadas totalmente en blanco. Huelga decir que la destitución de Poyet habrá sido para él una buena noticia.

El centro del campo, zona muy problemática en la era Poyet, concentra otra buena parte de la incertidumbre que rodea el primer Betis de Víctor. En el eje, Petros es indiscutible de principio a fin y en los últimos encuentros ha contado con la compañía de Jonas Martin, mientras que Felipe Gutiérrez, fichado como organizador, también es fijo pero pegado a la banda. En este caso, la posible revolución, si la hubiera, pasaría por la titularidad de Brasanac, casi desaparecido tras su espectacular debut en Mestalla; Fabián, que también acabó desapareciendo del esquema del anterior entrenador... o Dani Ceballos. Si hay un jugador al que los béticos echaban de menos en las alineaciones de un equipo huérfano de creatividad y capacidad para generar fútbol, es el utrerano. El adiós de Poyet, con todos los respetos para el uruguayo, le viene de maravilla al canterano, que en once jornadas sólo fue titular una vez (Anoeta). Este mensaje que subió ayer a las redes sociales demuestra ese cambio en su estado de ánimo: «Con mucha ilusión y ganas de que llegue el partido del viernes».

Que Dani Ceballos recupere ese lugar que para él fue habitual en las dos anteriores campañas casi justificaría el término de revolución para el primer once de Víctor. Si le acompaña Musonda, otro de los grandes relegados, los motivos serían más. «Estoy listo para jugar, me he recuperado más pronto de lo que esperaba y el director deportivo me aconsejó que estuviera aquí el primer día del cuerpo técnico», explicó ayer el belga.

En ataque, la primera gran medida de Víctor será colocar a Rubén Castro de delantero. Cómo no estaría de alborotado el once de Poyet para que el regreso del canario a la formación inicial casi pueda ser tildado también de revolucionario...