Oliver critica a Lopera y presume de su agenda con «17.000 contactos»

Luis Oliver es el principal personaje de la actualidad extradeportiva en el Betis y sigue mandando mensajes, en esta ocasión no muy favorables a Manuel Ruiz de Lopera. El lunes dijo que su idea era ofrecerle la presidencia de honor, pero un día después ha cambiado el tono de sus comentarios. «Lopera en el 92 salvó al Betis, hay que recordarlo. Lo que le reprocho es que se tenía que haber retirado en 2005, cuando ganó en la Copa del Rey. En el fútbol moderno de 100 millones de presupuestos o ejecutivos con tres idiomas y cuatro carreras, Lopera sería como un pato en un garaje», ha dicho en Radio Marca.

El navarro también ha negado que haya traicionado a Lopera. «Él vendió y no consultó a nadie. Yo he hecho lo mejor para Bitton y para el Betis. Son negocios. Nos vendió el 51,34% libre de cargas y ahora mismo tengo el 20% y embargado. Me metió cinco ejecutivos y los perdió», ha recordado. «¿Cómo voy a seguir pagando si me lo quitaron? Se le debe y se le pagará cuando entregue lo pactado», ha añadido, también en relación con la intervención judicial del 51,34% y del 31,38%.

Oliver se ha considerado víctima de «un linchamiento moral espectacular» durante este tiempo. «Llamarme delincuente cuando tengo 55 años y en mi vida he cometido un delito, porque lo que tuve fue por injurias y calumnias que ya han prescrito... Yo también tengo mi corazoncito», ha dicho. «Jamás he metido una querella a un periodista, por eso soy un tío muy fácil de insultar», ha agregado.

En cuanto a Ángel Haro y José Miguel López Catalán, Oliver los ha definido como «personas con alturas de mira». «Cuando hay una guerra, hay que llegar a un acuerdo y hay que ceder. Si sigue el lío judicial, no va a haber un Betis grande», ha recalcado.

Precisamente los dirigentes del Betis negaron el lunes que Oliver vaya a mandar en la parcela técnica. Por lo que dice el empresario, quizá no esté tan claro. «Estuve seis meses en el Betis y eché a trece torpes, fiché a Rubén Castro y Jorge Molina, hicimos profesionales a Cañas y Beñat... Y todo con una presión terrible y un auto judicial que decía que tenía que irme en diciembre. Oliver no tiene cuernos ni rabo y tiene una agenda de 17.000 contactos. No soy tan malo como creían y deportivamente hemos demostrado que de esto sabemos mucho. Ahora, si no hacen un Betis grande, no pueden echar la culpa ni a Lopera ni a Oliver», ha sentenciado.