Contra Messi no hay receta (1-2)

El Sevilla convenció a medio mundo durante 45 minutos de que podía tumbar al Barcelona y presentar definitivamente sus credenciales en la Liga, pero lo impidió Lionel Messi, el mejor jugador de la historia y que rescató al Barcelona de la preciosa trampa que le había trazado Jorge Sampaoli. Fue un partido vibrante, con dos mitades muy diferenciadas –una para equipo– y una exhibición de Messi tras el descanso que desactivó al Sevilla hasta el final. El argentino marcó justo antes del descanso, cuando menos lo merecía su equipo, y asistió a Luis Suárez al regresar tras el intermedio, cuando más lo buscaba el Barça. Esas dos acciones neutralizaron el tanto de Vitolo e impidieron al Sevilla dar otro golpe en la mesa, aunque dejó claro que aún tiene mucho que decir en el campeonato.

El Sevilla casi lo bordó en una primera parte que levantó al público de sus asientos hasta la penúltima jugada, cuando Messi metió un gol que ha ejecutado ya mil veces. Mediante una presión asfixiante, basada sobre todo en maniatar a Busquets en la salida del balón –Franco Vázquez cumplía esa misión a la perfección– y un juego combinativo eficaz y preciosista, el Sevilla pasó por encima de los de Luis Enrique, agobiado al ver que Neymar y Messi casi ni la olían y que Luis Suárez entraba aún menos en juego. A los 50 segundos el equipo de Sampaoli ya había tirado dos veces con peligro –Franco Vázquez y Vietto–, aunque también se despistó en defensa y Sergio Rico tuvo que hacer un paradón a tiro de Neymar dentro del área. Fue una advertencia a la que contestó Escudero, que casi convierte un golazo de empalme para celebrar su internacionalidad.

El partido era frenético. El Barça tenía que salir de su campo por las bandas, donde encontraba dificultades y no veía escapatoria. El premio llegó a la contra, tras una falta de entendimiento entre Neymar y Luis Suárez –ocasión clara desperdiciada– que derivó en un despeje al centro del campo, donde Sarabia asistió a Vitolo: Sergi Roberto no acertó a cortar el pase cuando podía y el canario batió en carrera a Ter Stegen. El Sevilla había encontrado premio y el 1-0 lo reforzó en sus convicciones. Estaba atento en defensa: Escudero taponó providencialmente a Denis dentro del área. Y tenía una movilidad constante arriba: Vietto dejó completamente solo a Sarabia en el punto de penalti pero incomprensiblemente taconeó hacia atrás en vez de rematar, y acto seguido el argentino rozó el gol tras ganar en el cuerpo a cuerpo a Mascherano, que luego sí pudo con Sarabia en otra llegada sevillista clara.

El Sevilla dominaba con claridad incluso la posesión (55%) y seguía llegando, a través de las carreras de Vitolo cuando de otra forma el Barça cerraba bien. El dominio sólo lo tradujo en un gol y cuando se disponía a marcharse al vestuario para reponer fuerzas, un contragolpe culé iniciado y finalizado por Messi –con toques intermedios de Denis y Neymar– silenció al Sánchez-Pizjuán. El argentino marcaba así su 27º tanto al Sevilla en 29 partidos, tremendo. Lo inesperado del empate dejó muy tocado a los de Sampaoli y zarandeó a Messi, quien tras la reanudación se echó su equipo a la espalda y dio un auténtico recital.

La presión sevillista ya no era tan coordinada, bien por la falta de fuerzas, bien por la aparición de Messi, que se movió por todo el terreno de juego, bajando a ayudar en defensa y para iniciar el juego que Busquets no podía. Su físico, tan privilegiado como su talento, le permitía además llegar a tiempo al área sevillista. Sampaoli no sabía qué hacer y no movió ficha pese a la concatenación de ocasiones de los azulgranas: Rami se cruzó ante Messi en el punto de penalti y Sergio Rico evitó un golazo por la escuadra del astro argentino, que casi convierte un tanto antológico –disparó alto con la derecha– tras regatear en un palmo a tres sevillistas. No reaccionó Sampaoli hasta que Luis Suárez batió a Rico por abajo tras asistencia de Messi en otra rápida acción tras una pérdida absurda de Carriço, que regateó en la medular.

Con media hora por delante, el Sevilla había recibido un golpe definitivo. Ya sólo algunas arrancadas de amor propio del equipo sevillista iban a inquietar al Barcelona: Vitolo no controló con todo a favor en el área para poder marcar. Pero el Barça seguía llegando, como cuando Luis Suárez tiró en vez de asistir a Messi, solo ya con Rico batido. Con Ganso sobre el césped la cosa apenas mejoró, ya que Nasri estaba muy mermado y no podía desequilibrar nunca –lo sustituyó, quizás demasiado tarde, Iborra–. El partido estaba abocado al triunfo azulgrana salvo que alguna genialidad sevillista apareciera. Y no apareció, aunque N’Zonzi rozó el 2-2 en un cabezazo que besó el poste. Los nervionenses no creían y estaban agotados tras el esfuerzo de la primera mitad, aunque una llegada de Vietto por la derecha casi la engancha Iborra en el punto de penalti y un leve agarrón de Umtiti a Correa en la prolongación pudo haber sido señalado como penalti. Lo tuvo el Sevilla, que volvió a conquistar al aficionado al fútbol pero que no pudo domar al mejor jugador que ha nacido hasta la fecha: Lionel Messi.

FICHA TÉCNICA

Sevilla FC: Sergio Rico; Mariano, Carriço, Rami, Escudero; N’Zonzi, Nasri (Iborra, m.78); Sarabia (Correa, m.84), Franco Vázquez (Ganso, m.67), Vitolo; y Vietto.

FC Barcelona: Ter Stegen; Sergi Roberto, Mascherano, Umtiti, Digne; Rakitic (André Gomes, m.72), Busquets, Denis Suárez (Rafinha, m.86); Messi, Luis Suárez y Neymar Jr.

Goles: 1-0, M.15: Vitolo. 1-1, M.43: Messi. 1-2, M.61: Luis Suárez.

Árbitro: Jaime Latre Santiago (Comité Aragonés). Amonestó a los locales Rami (m.26), Mariano (m.49), N’Zonzi (m.82) y Carriço (m.85), y a los visitantes Neymar (m.10), Sergi Roberto (m.44), Digné (m.66), Messi (m.83) y Luis Suárez (m.88).

Incidencias: Partido de la undécima jornada de LaLiga Santander, disputado en el Ramón Sánchez Pizjuán ante unos 41.000 espectadores, que casi llenaron el graderío. Césped en buen estado. Asistieron al encuentro desde el palco varios actores de la serie «Juego de Tronos», que ruedan en Sevilla escenas de algunos episodios. EFE