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Mbia utilizó su camiseta a modo de capote tras el partido. / Manuel Gómez -
El equipo agradeció con aplausos el apoyo incondicional de la afición. / Manuel Gómez -
Bufandas al aire dando colorido a un estadio con más de 32.000 personas. / Manuel Gómez -
Los jugadores, con un joven aficionado. / Manuel Gómez
El guiño del club a Unai Emery
La afición celebró el récord de puntos y triunfos ovacionando y dándo ánimos al equipo de cara a la final con la canción de moda
Una temporada espectacular a la que todavía restan dos encuentros por disputar no podía despedirse del Ramón Sánchez-Pizjuán de otra forma que no fuese con victoria. Para alegría de la afición, que vio a este Sevilla de Unai Emery entrar en la historia del club una vez más. Nunca un equipo de la entidad había alcanzado los 73 puntos ni las 22 victorias en un Campeonato de Liga. Ni aquel mágico plantel de Juande Ramos ni otros que también dieron gloria al club. El Sevilla que lideran Emery, Monchi, Castro y este grupo de jugadores puede presumir, pase lo que pase en la finalísima de Varsovia, de haber firmado un auténtico temporadón.
“Que te quiten lo bailao”, se le podría decir, de nuevo, a este Sevilla absolutamente intratable y lanzado hacia un nuevo título mientras conserva, a falta de una jornada, sus opciones de clasificarse para la Champions vía Liga. Enorme su mérito y enorme la alegría que todo esto reporta a la afición, que sigue y sigue disfrutando.
Como hizo este domingo, en una calurosa tarde que comenzó con una protesta de numerosos seguidores junto al Gol Norte por lo que entienden una persecución contra el sevillismo en general y Biris Norte en particular... y terminó con un guiño por parte del club a su entrenador.
Banderas en el césped y mensajes de sevillistas desde los videomarcadores agradecieron al equipo su temporada. Y por megafonía, la ya famosa canción de Enrique Iglesias y Nicky Jam titulada El perdón que los aficionados acompañaron entonando el ya célebre “Es que yo sin ti, Emery, no podría ser feliz; llévame a Varsovia, llévame a Tbilisi”. Todo un guiño del club al técnico, que sigue sin firmar su ampliación de contrato.
Quizá nadie esperaba que el Valencia fallase en casa y diera al Sevilla opciones de clasificarse para la Champions en la última jornada. Pese a ello, quedó claro que la mente de todos está puesta en Varsovia, en la final, donde el ganador se llevará el premio de disputar la máxima competición continental. Será entonces cuando Emery desvele su futuro. Quiere jugar la Champions. Y sólo la Champions.