-
Monchi durante el homenaje hoy en el Sánchez-Pizjuán. / Manuel Gómez -
Monchi durante el homenaje hoy en el Sánchez-Pizjuán. / El Decano
Y llegó el día. Monchi se despidió oficialmente del sevillismo. Lo hizo desde el césped, con los numerosos trofeos conquistados durante su etapa como director deportivo de fondo y, sobre todo, con una afición absolutamente volcada con él. No podía ser de otra forma. Casi treinta años ligado a la casa y diecisiete en un cargo que le ha permitido dar la friolera de nueve títulos en dieciséis finales a una entidad que ya trabaja para paliar su marcha.
Monchi no podrá olvidar nunca este sábado, 8 de abril de 2017. El cariño que el sevillismo le mostró fue de época, convirtiendo esta fecha en una de las que forman parte ya de la historia de la entidad.
Posiblemente, esto no sea un adiós y sí un ‘hasta pronto’. Monchi necesitaba afrontar una nueva etapa personal y profesional y el Sevilla le ha permitido irse tal como deseaba: con el cariño de todos. Porque cariño, y mucho, fue el que se vio este sábado, el sábado de Monchi, con la camiseta del Sevilla puesta y el emblemático dorsal 16 a la espalda.