Pablo Machín, uno de los entrenadores que más han destacado en los últimos tiempos merced a su gran trabajo en el Girona, es el elegido por el Sevilla para liderar el proyecto 2018/19. A sus 43 años, el soriano aguarda el anuncio oficial de su llegada a Nervión para las dos próximas campañas. La apuesta por este joven técnico es ambiciosa. Su visión del fútbol ha calado y la labor que viene realizando en el conjunto catalán, el segundo equipo al que dirige tras el Numancia, lo avalan. Si todo marcha como está previsto, su fichaje será una realidad y con él llegará un nuevo estilo, un sello propio que queda esbozado en algunas de sus frases:
«A mí me gusta más decir 3-5-2, porque cuando estamos bien somos dominadores; si se ve así en el campo, es porque estamos jugando bien, porque nuestro lateral aprieta al lateral contrario arriba. Cuando hacemos 5-3-2 o 5-4-1 es porque nos dominan y nos defendemos», explicaba, por ejemplo, sobre su sistema en El Periódico.
«Jugar bien es jugar a lo que tú quieres: tu idea de juego, tu propuesta. Importa más que el sistema», decía, por su parte, en martinperarnau.com, donde apuntaba: «Ser siempre valiente puede ser, quizás, algo suicida, temerario. Lo que tienes que ser es inteligente».
«Un entrenador puede hacer mejores a los futbolistas, pero no hacer de un burro un caballo de carreras», dejó claro en Mundo Deportivo. Ideas claras que también expuso en Marca, en este caso sobre su papel como responsable del equipo: «Que a mí me impongan algo... Yo no voy a comulgar con lo que no siento». Su ambición puede ser la mejor aliada para el Sevilla.