Que no te despierten

El sueño del Sevilla pasa por doblegar al Shakhtar al amparo de Nervión

05 may 2016 / 06:20 h - Actualizado: 05 may 2016 / 20:52 h.
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  • Lucescu y Emery, minutos antes del partido. / Manuel Gómez
    Lucescu y Emery, minutos antes del partido. / Manuel Gómez
  • Los jugadores del Sevilla, ayer en el entrenamiento. / Manuel Gómez
    Los jugadores del Sevilla, ayer en el entrenamiento. / Manuel Gómez
  • Posibles alineaciones de los dos equipos.
    Posibles alineaciones de los dos equipos.

Sevilla y Shakhtar Donetsk se juegan esta noche en Nervión el pase a la final de la Europa League en un partido que se barrunta como una auténtica guerra entre dos equipos de potencial similar y que ya saben lo que es ganar esta competición. A estas alturas nadie duda de que el Sánchez-Pizjuán verá hoy un encuentro vibrante y apasionante entre un Sevilla que se resiste a soltar su corona y un Shakhtar impregnado de un ánimo de revancha que multiplica su descarado peligro como visitante. Si ambos en la ida nos deleitaron con 90 minutos de alternativas, ocasiones, muchas llegadas y cuatro goles, esta noche se espera un paso más por parte de los dos: el Sevilla juega en casa, donde se transforma de arriba a abajo, y el Shakhtar fuera, que es donde saca a relucir sus colmillos de equipo dañino a la contra.

Pero hay algo que puede alterar esos esquemas iniciales. Los de Unai Emery parten con ventaja en el marcador, por lo que el Shakhtar está obligado a marcar si quiere pasar. Es decir, que los de Lucescu tienen que arriesgar mucho más de lo que mostraron en la ida con el marcador a favor. Eso sí, el conjunto nervionense tiene una referencia perfecta del peligro que tiene quedarse entre dos aguas: el Sevilla-Athletic. En los cuartos el equipo de Unai llegó a Nervión con una ventaja mayor que ahora (1-2) y no supo rentabilizarla hasta el punto de llegar al cruel desempate de los penaltis. La idea de Emery es que los suyos se conciencien de que es un partido en el que no pueden conceder tantas pérdidas como en aquella media hora fatídica de Leópolis, cuando el Shakhtar tuvo en la mano dar un zarpazo casi letal a la eliminatoria. No lo hizo el conjunto de Donetsk y puede ser algo de lo que se acuerde hoy en Nervión, sobre todo por esa necesidad de jugar un poco a contraestilo desde el inicio del choque.

No dejan de ser claves a las que todos se agarran para intentar descifrar un encuentro del todo indescifrable. Como lo fue aquella eliminatoria de los cuartos de final de la temporada 2006/07 que ayer una vez más recordó Lucescu, mostrando una espina que se quiere quitar como sea hoy en el Sánchez-Pizjuán, donde por cierto el Shakhtar logró empatar a dos hace nueve años –y casi ganó, pues Maresca empató de penalti en el 88’ aquel partido de ida–. Ese ánimo de revancha también multiplica el peligro de los ucranianos, que han ganado todos sus encuentros de visitante en esta edición de la Europa League.

Mientras Lucescu trama su venganza, Emery ha atiborrado a vídeos a sus futbolistas para que no cometan los errores de la ida: tapar las subidas de los laterales y apoyar a Banega contra Kovalenko, Malyshev y Stepanenko se antoja clave. En esas dos facetas erró el Sevilla en la media hora de pájara de la primera mitad en Leópolis. Y en esas dos facetas se creció en una segunda mitad que hoy debe tener continuidad en Nervión. Salvo Krohn-Dehli, un aliciente anímico más para los locales, todos están disponibles para la batalla, por lo que no se prevén cambios más allá de las dudas en los dos laterales y el acompañante de Rami en la zaga.

Tampoco hará muchas variaciones el Shakhtar, si acaso la entrada de Bernard, quien daría un plus ofensivo a la medular. Lucescu hace cambiar a los suyos simplemente dando rienda suelta a Srna e Ismaily en los laterales, y ahí el Sevilla debe andar listo para hacer daño a un rival más peligroso de lo que muchos piensan. Por eso hoy debe aparecer el Sevilla de las grandes noches, dispuesto a sufrir, a guerrear y a todo por una nueva final. A por ella.