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Sampaoli, charlando con Lillo, este martes. / Manuel Gómez
Jorge Sampaoli es consciente de la necesidad de ganar para seguir optando al tercer puesto. Ante todo un Barcelona, es obligado rescatar la mejor versión. Y mientras tanto, el futuro del técnico sigue deparando capítulos; el último, revelador.
«Hoy por hoy no hay nada. Hay opciones de continuar en el Sevilla, que se verá en unas reuniones próximas. Tendré una conversación sobre mi futuro, vinculado a un contrato con un montón de aristas, pero hoy por hoy estoy igual que la semana pasada, pensando en que el equipo se reencuentre con su juego y alegría de ataque; el resto son suposiciones que no tienen nada que ver con la realidad», explicó.
«La foto de un entrenador se va modificando todos los días. Se relaciona con los resultados. A lo mejor el Sevilla modifica una estructura en la salida de Monchi y elige otras opciones y yo tendré la posibilidad de elegir otra si no me convence, pero son todo suposiciones. Yo vine acá con un plantel joven y nuevo para pelear el torneo. Estuvimos cerca y ahora ya no, pero si me quedo acá, es para tener la obligación de pelear el torneo. Si me quedo acá, es para eso y con la base que tenemos nos ilusionaremos con la posibilidad de tener un Sevilla grande», añadió.
Respecto a la opción de la selección argentina, comentó: «Cuando digo que me gustaría dirigir a Messi a lo mejor me refiero a cuando se retire en Newell’s. Yo nunca dispongo, eso va en la necesidad de los clubes que vienen hacia mí. No podría hablar lo que deseo, sólo me preparo para lo que me toca: mantenerme en la profesión».
A la espera de acontecimientos, el Sevilla tiene ante sí un partido difícil. «Debemos estar muy intensos, hacer un partido muy digno contra un rival extremadamente fuerte. La idea es tratar de hacer un partido con mucho coraje, con mucha valentía, intentar que los resultados que se fueron dando en el último tiempo no modifiquen el reflejo ni el estilo del equipo», analizó.
Sampaoli también habló del conflicto club-Biris: «Todo suma, todo son cosas que van afectando en lo emocional, aunque no debería ser excusa. Lo más preocupante es el ambiente de local, perjudicial para la institución. Es muy feo jugar en un ambiente negativo que el rival percibe y nuestros jugadores también. Se siente más murmullo que aliento y eso se nota. En todas las canchas a las que vamos nos hacen sentir muy visitante y acá el visitante se siente muy cómodo».