De Marruecos a Cataluña

Ayala recomienda a Castreño que presione para lograr sus proyectos, pide lazos distintos con Marruecos y duda del interés catalán por la independencia

17 abr 2015 / 22:13 h - Actualizado: 17 abr 2015 / 22:33 h.
"Infraestructuras","Hablemos de Europa"
  • La eurodiputada Inés Ayala y María Nieves Masegosa, viceconsejera de Fomento y Vivienda. / Jesús Barrera
    La eurodiputada Inés Ayala y María Nieves Masegosa, viceconsejera de Fomento y Vivienda. / Jesús Barrera

Ante empresarios, autoridades portuarias, representantes del mundo universitario y del Gobierno andaluz, la eurodiputada Inés Ayala respondió a todo tipo de preguntas con algo que todos aplaudieron: pasión. No quiso dejar nada de lado, ni las dificultades de los empresarios españoles en Marruecos, ni la negociación comercial con Estados Unidos ni la independencia catalana, un tema que, eso sí quiso dejar para el postre.

La primera pregunta que se encontró sobre el mantel fue de Manuel Jiménez, director de I+D+I de Morera y Vallejo Industrial: ¿Se está pensando ampliar los corredores ferroviarios hasta Marruecos? En su opinión, el desarrollo del país vecino es clave para Andalucía porque «no hay regiones ricas junto a otras pobres».

Ayala le dio la razón, pero admitió que Europa piensa en países como Ucrania o Rusia a la hora de financiar proyectos de terceros. «Se puede financiar infraestructuras al otro lado, pero no generamos suficiente lobby para explicar qué se necesita». «El túnel por debajo del canal de La Mancha era una fantasía, así que a los marroquíes les digo lo mismo. Si hay empresarios interesados y se genera movimiento...», dejó Ayala en el aire.

El presidente de Carbón Puerto, José Antonio Pernía, explicó con detalle y con mucha gracia los problemas que su empresa encuentra día a día en tierras marroquíes, sobre todo relacionados con la documentación, mientras que María Marín, secretaria general de Proppeller Club, mostró tristeza al ver que Marruecos sigue poniendo «obstáculos» 20 años después.

La respuesta de Ayala fue contundente: hay que ser los primeros en llegar a ese mercado, no sirven acuerdos bilaterales sino que deben ser con Europa y hay que establecer foros de interlocución distintos a los de la Casa Real o los ministerios, lazos entre asociaciones de empresarios, cámaras o colegios profesionales. «Hay que ir –dijo– más por la seducción que por el palo».

Pero el director de relaciones internacionales de la CEA, Miguel Ángel García-Donas, le explicó que llevan 20 años trabajando con asociaciones de ese país y que los problemas se arreglan «uno a uno».

Antonio Ojeda, presidente del Instituto Europeo de Relaciones Industriales, también preguntó por la competencia del Puerto de Tánger, así como por Cataluña: «¿El corredor mediterráneo se reconduciría por Aragón si se independiza y se excluye de Europa?», ironizó provocando risas.

La presidenta del Puerto de Huelva recordó que les interesa el tráfico de mercancías con América Latina y Estados Unidos, de ahí que destacase que el acuerdo de libre comercio «puede ser muy beneficioso si nos preparamos bien». En este punto, Ayala fue prudente.

«Hay que aprovechar el potencial de la parte atlántica, pero hay que ver cómo será la dinámica del nuevo Panamá», apostilló antes de indicar que el acuerdo con el país de Obama debería tratarse «sin miedos».

Entonces intervino Alfredo Martínez, secretario general de Airbus España, para recordar que ya en 1992 se firmó un tratado con EEUU sobre aviones comerciales que en dos años los norteamericanos denunciaron porque no les interesaba. «Sepamos con quién negociamos y conozcamos la historia para no repetirla», advirtió antes de remarcar que para la aviación ese acuerdo es «clave». Eso sí, Ayala admitió que la «pelea» está en saber «quiénes serán las compañías europeas en lo aéreo y en el ferrocarril. Volveremos a un nuevo proteccionismo en Europa», vaticinó.

Y fue más allá: «El accidente (en alusión al de Los Alpes) nos pasará una factura que no hemos calculado todavía». «Hay que decir qué medias tomar para que no sufra el sector».

Marycruz Arcos, profesora de Derecho Internacional Público de la Universidad de Sevilla, calificó el posible acuerdo comercial con EEUU de «oportunidad única», mientras que Fernando Álvarez-Ossorio, colaborador de El Correo, le planteó a la eurodiputada socialista varias preguntas sobre el federalismo, ante lo que Ayala contestó que su marido es alemán y que está «obsesionada» con ello. «Todos los días se replantean las competencias. Es un estado en tensión continua, pero ellos lo tienen bien regulado y nosotros estamos en construcción», indicó. Para ella, lo importante es que España tenga un gobierno «fuerte» que logre pactos «de Estado».

Y ahí está el problema. En España no todos reman en la misma dirección. La presidenta del Puerto de Sevilla, Carmen Castreño, lamentó que lleven diez años reclamando a Europa 15 millones para que los trenes de mercancías no tengan que esperar en La Salud a que pasen los de pasajeros y que no sólo haya que «empujar» a Europa, sino «al propio Adif». «Pues sí», compartió Ayala.

«Somos el cuarto puerto de España en tráfico ferroviario y no podemos crecer más sin esa conexión», reivindicó mientras que la eurodiputada pidió tener «una estrategia agresiva de lobby» para que esa obra se ejecute en el nuevo marco comunitario. «Habría que organizar un buen lobby y pelear por nuestros proyectos», insistió.

Manuel López, vicedecano del Colegio de Ingenieros Industriales de Andalucía Occidental, abrió otro debate al plantear que la normativa medioambiental española lastra el desarrollo de proyectos. Le respondió la viceconsejera de Fomento y Vivienda, María Nieves Masegosa: «Hay que avanzar de forma compatible con el medio ambiente». A su juicio, el desarrollo debe estar «por encima del color político».

Y con el café final, Cataluña. «No creo que se vaya a romper nada. No les interesa», concluyó la aragonesa tras casi tres horas de conversación.