“El acelerador del CERN cuenta
con ingeniería sevillana”
Es una empresa pequeña con un equipo de once personas y dos años de vida, pero que desde el PCT Cartuja afronta proyectos de ingeniería relevantes, varios de ellos compartidos con Abengoa, dada su especialización en control energético y baterías
—¿Qué y quiénes están detrás de S2E?
—S2E se constituye en enero de 2013 por un grupo de ingenieros que éramos becarios y compañeros dentro del mismo grupo de investigación en la universidad y que veíamos pocas salidas laborales.
—¿En qué momento deciden dar el salto a la empresa?
—Dentro de la investigación, se hacían proyectos para empresas, con lo que veíamos qué necesitaba el mercado. No veíamos futuro profesional en la universidad y poco a poco fuimos consiguiendo trabajos que no se podían hacer a través de ella. Queríamos salir al mercado, hacer cosas, fabricar... A los ingenieros lo que nos gusta es hacer cosas que no se hayan hecho y que el mercado necesita.
—¿Cómo fueron los inicios?
—A los pocos meses de crear la empresa nos surgió el primer contrato con una empresa privada. La Organización Europea para la Investigación Nuclear, conocida como el CERN, encargó a Abengoa unos equipos de altas prestaciones para sus aceleradores y acudió a nosotros. Hay ingeniería sevillana en el CERN y de S2E, que es una microempresa, que ha suministrado más de cien equipos de dos tipos (30 unidades de 4.000 voltios y el resto de 300) en una investigación puntera en física nuclear en todo el mundo. Hay veces que uno piensa que eso solo lo pueden hacer los americanos, los japoneses o los extraterrestres.
—¿Qué equipos ha suministrado exactamente?
—Son fuentes de energía muy precisa y muy rápida para que la sincronización se pueda llevar a cabo y que están distribuidos por todo el túnel para hacer los experimentos. No es algo que alguien pueda comprar en eBay o a un fabricante, sino que son equipos diseñados con unas especificaciones muy concretas.
—¿Da vértigo comenzar con un proyecto tan relevante?
—Supuso partir prácticamente desde cero y hacer un proyecto totalmente a medida, pero el mayor reto para un ingeniero es hacer algo que no existe. Su función es aplicar los resultados de la investigación a solucionar problemas. El CERN necesitaba fuentes de energía de altas prestaciones y velocidad y las hicimos. Fue un reto enorme.
—Imagino que les abriría nuevas puertas...
—Es una carta de presentación magnífica porque con ello dices soy capaz de hacer algo que no se ha hecho antes y que funciona, y para un cliente muy exigente; y más porque en física nuclear es muy difícil entrar.
–¿En qué ámbitos de actividad se centran?
–S2E es una empresa de ingeniería electrónica dedicada al diseño, desarrollo, fabricación y mantenimiento de equipos y sistemas de electrónica profesional. Nos centramos en la electrónica que rodea al control automático de energía y a los sistemas de almacenamiento (baterías). Lo que nos distingue de otras empresas es que además fabricamos todo lo que necesita el equipo.
—¿Otros desarrollos en los que estén embarcados?
—En estos dos años, en líneas de eficiencia energética para edificación inteligente, internet de las cosas, participamos en un consorcio internacional que desarrolla un sistema de almacenamiento de energía para dar soporte sobre todo a las plantas de energías renovables, no solo cuando no haya sol, sino para aportar más seguridad a la red, y en el que nosotros asumimos el sistema de control.
—¿Qué lugar ocupa la ingeniería sevillana? ¿Se valora?
—La ingeniería sevillana es muy competitiva y reconocida mundialmente. Los costes de nuestro país nos hace muy atractivos al exterior.
—¿Impacto de la crisis?
—La crisis se ha notado mucho. Se han cerrado fondos públicos, los escándalos en IDEA también han afectado... Todo eso ha contribuido a que haya una reprogramación y a que no esté en los niveles de años atrás. Pero la innovación es lo que te hace posicionarte como empresa y ser competitiva en el mercado.
—¿Perciben una apuesta por parte del sector privado ?
—Con esa falta de fondos públicos lo que estamos viendo es que son las empresas privadas, en un 80 por ciento, las que traen su dinero para que les resuelvas un problema o una necesidad que tengan. Ahora las que tiran de la innovación son las empresas; eso ocurre desde hace un año o así. Y además están los beneficios fiscales, que bonifican la inversión en empresas innovadoras y la compra de I+D+I.
—¿Cuáles son sus números?
—En el equipo somos once trabajando, entre ellos los cuatro socios, aunque también hemos incorporado una parte de capital privado.