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Un camarero de un bar de la Avenida de la Constitución. / Pepo Herrera
El Sindicato Provincial de Servicios de CCOO de Sevilla y la patronal del sector de la hostelería de la provincia celebraron ayer una reunión, la cuarta ya, en torno al nuevo convenio colectivo de un sector que aglutina a «más de 30.000 trabajadores». Después de que el anterior convenio colectivo expirase al acabar 2016, CCOO alerta de que la negociación está «totalmente bloqueada» en los principales aspectos.
La secretaria general del Sindicato Provincial de Servicios de CCOO-Sevilla, Pepa Cuaresma, informó a Europa Press de que las reivindicaciones para el nuevo convenio se resumen en que tenga tres años de vigencia, con incrementos salariales del tres por ciento en 2017 y 2018, y del cuatro por ciento en 2019.
Además, los representantes de los trabajadores reclaman la incorporación de pluses de profesionalidad y de antigüedad por aspectos como «los 25 años de servicio», que los empleados gocen de dos días semanales de descanso en lugar de «uno o uno y medio» y mejoras en los permisos. Otro de los «caballos de batalla» de los representantes de los trabajadores es establecer la obligatoriedad de que las empresas externas contratadas por los hoteles para el servicio de habitaciones apliquen el convenio colectivo y no los de empresa, para combatir «la gran precariedad» de las camareras de piso.
«El sector ya ha superado la crisis y 2016 y 2017 están siendo considerados como los mejores años en materia turística. Ya es hora de que todo el beneficio que están obteniendo las empresas de este sector repercuta en los trabajadores», enfatizó la portavoz sindical.