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Antonio Ramírez de Arellano, entre Manuel Gracia y Ángel Pulido, ayer en el Puerto de Sevilla. / El Correo
Boluda-OPDR y la unión de las compañías estibadoras Termisur y Terminales Marítimas de Sevilla están «tan interesadas» en ganar el macroconcurso puesto en marcha por el Puerto para explotar la terminal de contenedores que «se han excedido en sus previsiones de tráfico» de mercancías para los próximos años. Esto es lo que explicó ayer el presidente de la Autoridad Portuaria, Manuel Gracia, para justificar que la mesa de la contratación haya propuesto al Consejo de Administración que el concurso quede desierto.
Las dos ofertas presentan una atracción de tráfico de mercancías superior al mínimo exigido, pero no justifican en su totalidad los números que harían viable esta concesión. «No hay un soporte que para nosotros sea garantía suficiente de continuidad», argumentó Gracia, por lo que se intuye que el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria –que tiene la última palabra– desestimará ambas propuestas en la reunión del próximo martes y el concurso público convocado para unificar todo el control logístico en un solo operador será declarado desierto.
Los responsables del Puerto ya retrasaron la apertura del sobre con la oferta económica para explotar toda la terminal de contenedores porque requirió a las dos empresas que pujan por este histórico contrato «aclaraciones sobre el contenido de la oferta técnica presentada». En concreto, sobre el volumen de tráfico previsto, la escala de buques y el plan de negocio de ambas propuestas, como publicó este periódico.
Una de las ofertas proviene de Terminal Marítima del Guadalquivir SL, compuesta en un 75 por ciento por el grupo Boluda (que está presente en la actual concesión a UTE Batán a través de su filial Miller) y un 25 por ciento por OPDR. La otra aspirante es Termisur Eurocargo SA y Terminales Marítimas de Sevilla SAU Unión de Empresas (al 50 por ciento cada una). Ambas están también en la actual concesión a la UTE Batán, que concluye el próximo mes de julio.
Esta nueva concesión, para 30 años, comprende una superficie total de 180.420 metros cuadrados —casi cuatro veces superior a la anterior— e incluye también la terminal ferroviaria del Muelle del Centenario (recientemente ampliada con una vía más), junto con los 350 metros de línea de atraque en dicho muelle y la rampa ro-ro.
El objetivo del Puerto sevillano era «optimizar así la gestión de toda la terminal y aprovechar las sinergias entre las distintas infraestructuras y medios de transporte que la componen».
El presidente de la Autoridad Portuaria de Sevilla, Manuel Gracia, le mostró ayer al consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano, su interés por contar con un centro de innovación en el entorno de astilleros. Le propuso la colaboración del Gobierno regional, junto a la iniciativa privada y al resto de autoridades portuarias de Andalucía para «dar un importante paso» en un proyecto que aprovecharía las «potencialidades» del Puerto, del que Gracia destacó su «capacidad logística».