Los agricultores piden a Hacienda una rebaja fiscal por la climatología

Asaja Sevilla solicita una reducción de los módulos de IRPF correspondientes al ejercicio 2015 por la pérdida de ingresos como consecuencia de un año muy seco y de mucho calor

07 feb 2016 / 19:53 h - Actualizado: 07 feb 2016 / 19:51 h.
"Agricultura","IRPF","Ganadería","Hacienda","El campo y su agroindustria"
  • Campo de algodón, uno de los cultivos para los que la patronal Asaja reclama una reducción de los módulos de IRPF, en el campo sevillano. / El Correo
    Campo de algodón, uno de los cultivos para los que la patronal Asaja reclama una reducción de los módulos de IRPF, en el campo sevillano. / El Correo

La adversa climatología, protagonista en el campo el año pasado como consecuencia de la ausencia de lluvias y de un ciclo continuado de altas temperaturas, sumada a las enfermedades que atacaron algunos cultivos y al sobrecoste para paliar en lo posible las circunstancias anteriores, se ha traducido para muchos agricultores de la provincia en un descenso de los rendimientos y, en definitiva, en una importante merma de ingresos.

Por esa razón, antes de que llegue la hora de ajustar cuentas con el Fisco, la patronal agraria Asaja Sevilla pedirá al Ministerio de Hacienda una reducción de los módulos de IRPF para los cultivos y municipios de la provincia que considera que han resultado más perjudicados a lo largo de 2015.

Se incluye en la propuesta que remitirá a la Consejería de Agricultura andaluza, que será la que dé traslado al Ministerio del ramo, una solicitud de consideración especial para los cereales (tanto de invierno como de primavera), las oleaginosas, el algodón, los cítricos, la aceituna de mesa y el aceite de oliva, además de la ganadería de vacuno de carne y de leche y también para el sector ovino-caprino.

Aunque aún no hay una estimación del número de agricultores sevillanos que podrían beneficiarse de esta medida, lo cierto es que la mayoría tributa por este régimen de módulos, que se aplica para facturaciones de hasta 250.000 euros, sin contar en este capítulo las ayudas recibidas de la PAC, recordaron fuentes de Asaja.

En su informe de justificación, la patronal analiza el comportamiento de los distintos cultivos, que en el caso del trigo duro, y a pesar del aumento de la superficie de siembra –que ascendió a 95.000 hectáreas frente a las 75.000 del año anterior–, ha cosechado una producción un 19,5 por ciento inferior a la de 2014. Descenso que se vio acompañado por una reducción de más del 20 por ciento en el precio de mercado. En el caso del trigo blando, el rendimiento medio se ha visto menguado alrededor del 16,5 por ciento, en torno a 600 kilos por hectárea en comparación con la campaña precedente. Es por ello que reclama una reducción del módulo vigente para estos cultivos en toda la provincia de Sevilla.

El maíz, cuya recolección se adelantó unos 12 días, ha sufrido además del calor prolongado, los ataques de heliothis (un tipo de polilla) y enfermedades como el hongo cefalosporium que han supuesto un descenso de unos 1.500 kilos por hectárea frente al año anterior, lo que ha derivado en «un nulo margen de rentabilidad». Es el motivo por el que se pide una rebaja del módulo de este cultivo para todos los municipios de las comarcas de la Vega, Sierra Sur, Marisma, Aljarafe y Campiña.

El girasol, que en su mayor parte se siembra en secano, también se incluye en la petición, que se extiende al conjunto del cultivo en la provincia. La sequía causó estragos, con un rendimiento que se situó en los 1.000 kilos por hectárea cuando la media del último lustro se eleva hasta las 1.300. Desde Asaja se apunta que es necesario cosechar un mínimo de 1.200 kilos por hectárea para cubrir los gastos de un cultivo que también vio afectado su rendimiento graso por el calor.

Por otro lado, la producción de algodón sufrió una merma anual del 18 por ciento, al sumar un volumen de 110.000 toneladas frente a las 150.000 de la campaña precedente, lo que arroja un promedio de 2.790 kilos por hectárea. Los técnicos apuntan a los golpes de calor y al estrés hídrico –lo que obligó a aumentar los riegos– como responsables de la caída de botones florales y el descarte de cápsulas pequeñas. Pero a este cultivo, para el que también se pide una reducción del módulo en todos los municipios de la provincia, se sumaron los daños de heliothis, gusano rosa y earias, lo que se tradujo asimismo en un mayor número de tratamientos respecto a la media de otros años. La superficie cultivada descendió ligeramente hasta las 39.400 hectáreas frente a las 40.300 de media en las últimas campañas.

Entre las producciones que experimentaron mayor caída el año pasado se encuentra la naranja, cuya campaña se cerró en julio. En concreto, la patronal estima un descenso de volumen del 25 por ciento como resultado de los daños de floración que sufrieron los árboles el año anterior. El termómetro obligó, además, a los productores a incrementar un 20 por ciento los recursos hídricos para mantenerlos. De esta manera, aunque los primeros aforos cifraban en un 7,8 por ciento la caída de la producción de naranjas en la provincia, conforme la campaña ha ido avanzando se ha ahondado ese descenso, que se calcula en un 12 por ciento.

LA ACEITUNA DE MESA

Pero, sin duda, si hay un damnificado en el campo sevillano ése es el olivar de aceituna de mesa, que ha registrado una pérdida de producción de hasta el 70 por ciento respecto a la media de los últimos años en el Aljarafe, la Vega, Marismas y Campiña. Es por eso por lo que se pide una rebaja fiscal para este cultivo en un total de 53 municipios de estas zonas de la provincia.

Del mismo modo, en el olivar de aceite se plantea esa medida de alivio para las localidades de la Campiña, Sierra Norte, Sierra Sur, Vega y Aljarafe al registrar una producción de 91.000 toneladas en la provincia, ligeramente inferior a la media, fruto del cóctel de altas temperaturas durante la floración y la sequía de primavera y otoño, lo que ha afectado al rendimiento graso de la aceituna.

La ganadería también se incluye en la petición. Como ingredientes comunes, cabe destacar la subida de los piensos y la escasez de pastos, con un sobrecoste de entre el 20 y el 30 por ciento para suplementar la alimentación de los animales. Pero también se dieron particularidades, como los daños por la tuberculosis bovina en el vacuno de carne, los problemas por la lengua azul en el ovino-caprino y la crisis de rentabilidad del vacuno de leche.

Las reducciones las establece el Ministerio tras cotejar los datos con los responsables de Agricultura de las subdelegaciones de Gobierno, de modo que hasta que no se publican en el BOE no se conoce cuáles será las cifras definitivas en caso de que finalmente atienda estas peticiones. Así, habrá que esperar hasta abril, aunque a veces se ha retrasado hasta mediados de mayo, para conocer la resolución definitiva, de ahí que se recomiende a los agricultores no presentar la declaración hasta entonces para evitar tener que realizar rectificaciones.

En la campaña de la Renta de 2014, aunque Hacienda no aceptó el conjunto de peticiones presentado por la patronal, sí autorizó la reducción del 0,26 al 0,19 para los cítricos y los productos hortícolas de Sevilla, y también rebajó del 0,26 al 0,18 el módulo para el olivar en pendiente de la comarca de la Sierra Norte.