«Queremos sacar al hombre del letargo de la moda»

De adolescente ya buscaba imprimir su estilo en las prendas que entraban a la tienda de su padre. Bajo su sello cerrará 2017 con más de 30 tiendas. En su último ejercicio la empresa ha crecido un 80%

29 ene 2017 / 16:09 h - Actualizado: 29 ene 2017 / 16:09 h.
"Economía","Marcaje al empresario"
  • Álvaro Moreno, en las instalaciones que la empresa tiene en Osuna. / El Correo
    Álvaro Moreno, en las instalaciones que la empresa tiene en Osuna. / El Correo

osuna

Entró a trabajar en la tienda de moda de su padre cuando apenas era un adolescente, ¿en qué momento decidió emprender su propio camino?

—Siempre he tenido esa inquietud. Mi padre me decía hace unos días viendo las obras –están ampliando las instalaciones que tienen en Osuna–: «Hay que ver Álvaro, me acuerdo cuando estabas conmigo y me ponía a comprar a los viajantes y tú me intentabas siempre cambiar el color». Teníamos una tienda de otras marcas, y siempre buscaba nuevas. Nunca he sido conformista y siempre intentaba cambiar las prendas cuando venía el viajante y nos las presentaba. Siempre intentaba que tuvieran nuestro sello propio.

¿Cómo fue montar una colección de cero?

—Es una metamorfosis. Empezamos con las mismas prendas pero las intentábamos personalizar algo más, hasta que vi que quería crear mi propia colección. Mi padre siempre confió en mí y montamos una segunda tienda en Écija. Empecé a trabajar a medida con un fabricante del norte y a labrarme mis propios clientes, que venían incluso de Córdoba y Málaga. Ahí me explayaba: «¿Qué te parece si le pongo este forro y si en vez de tres botones, le ponemos cuatro a la manga...?». Iba llevando al cliente hacia donde quería y se quedaban encantados. El trato siempre me ha gustado que sea de amigo, así es como me siento a gusto, haciendo sentir bien a la gente. Después de dar el salto a Écija, convencido por el proveedor, viajamos a Portugal para conocer las fábricas, y empezamos a ir a ferias del sector. A partir de entonces compramos tejidos, forros, botones... Hasta crear nuestra propia colección.

¿Dónde confeccionan?

—El 80 por ciento lo hacemos en Portugal. También trabajamos mucho en España, pero desgraciadamente el sector ha ido a menos por la irrupción de fabricantes asiáticos y marroquíes. La materia prima es mucha de España, en Barcelona hay proveedores muy interesantes; también de Italia y de Portugal.

Abrió su primera tienda en 2005 y una década después tenía una veintena. ¿Cumplirá su propósito de 30 tiendas en 2017?

—Nos hemos quedado cortos. Vamos a abrir nueve córners en el Corte Inglés, que para nosotros son tan importantes como las tiendas. Con ellos aterrizamos en Valencia, Alicante, Santander, Valladolid, Cádiz, Málaga. También abrimos en Preciados (Madrid) y en El Duque. Y una segunda tienda en Badajoz, en el centro comercial El Faro. Este año no me quiero ir con la espinita de completar Andalucía. En Jaén tenemos que estar sí o sí, también en Almería y una tienda de calle en Málaga.

¿Está cerca el salto al extranjero?

—Es un sueño, pero primero nos tenemos que consolidar en España. Hace poco estuve en Londres y cada vez que voy por allí pienso que me gustaría tener una tienda en una de sus calles. Nosotros nos fijamos mucho en las tendencias británicas, porque en la zona de Jerez hay mucha influencia. También me gustaría dar el salto a París, Italia o Portugal; de hecho, tenemos posibilidades de entrar en el outlet de Vila do conde (que son del mismo dueño del Factory del Aeropuerto) y creo que va a ser una buena oportunidad para hacer una cata. De todas formas, ya tenemos muchos cliente portugueses en Badajoz.

¿No nos cansamos de cambiar el armario?

—No. Ahí está la magia. Los básicos son importantes, pero con las colecciones despertamos el gusanillo por la compra, y ya de paso picoteamos alguna otra cosa. Trabajamos para ver si somos capaces de sacar al hombre del letargo de la moda. Antes el hombre preveía mucho más la moda, ahora no, se está volviendo coqueto, y se quema mucho más la moda. Y a nosotros nos obliga a estar atentos; aunque estemos trabajando para el invierno que viene, no dejamos de meter prendas para la colección del próximo verano.

¿Habrá en un futuro líneas de niño y mujer?

—Para niños ya hemos hecho varias pruebas y además lo tenemos muy fácil, porque al fin y al cabo es coger los mismos modelos, y a mí me encantaría que mi hijo vistiera igual que yo. Entrar en el mercado femenino lo veo muy difícil.

Habla de la tienda online como la número 21, ¿qué peso tiene?

—Está a punto de coger a las primeras en ventas físicas. Tenemos diez personas continuamente trabajando en ella, aunque en periodo de rebajas y fines de semana reforzamos con más personal. La tienda online tiene que estar cada vez más mimada.

Cuenta con una plantilla de 200 trabajadores y está ampliando sus oficina y almacén, ¿qué va a suponer para la empresa?

—En cuestión de mes y medio (entre marzo y abril cuando se hagan las nuevas aperturas) vamos a crecer un 50 por ciento. Vamos a invertir unos 800.000 euros en triplicar los 600 metros cuadrados actuales hasta 2.400. Queremos poner una línea de producción pequeña para prendas planas, camisería, pequeñas muestras... Y, por supuesto, implicará nuevas contrataciones.

¿Cómo fue 2016?

—Lo cerramos ahora en febrero, pero el crecimiento es de un 80 por ciento tanto en plantilla, en facturación, en ventas como en compras. ~