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Raúl Pérez, en el centro, comparece ante la prensa, este martes por la mañana / Víctor Molina
El Baloncesto Sevilla vive horas fundamentales para su futuro, para intentar tenerlo, y este martes han comparecido ante los medios algunos de los estandartes del club de San Pablo para hacer el penúltimo llamamiento. El portavoz ha sido Raúl Pérez, quien acompañado por otras figuras significativas de San Pablo y todos los empleados ha advertido de que están «en una contrarreloj» para evitar la liquidación de la sociedad, que se debatirá mañana miércoles en una junta de accionistas.
Los empleados del CB Sevilla han pedido «una prórroga» a CaixaBank, propietaria del 99% de las acciones, para que la sociedad no se disuelva. Ahora bien, han reconocido que ese tiempo extra «no puede ser eterno», aunque se han mostrado confiados en que las negociaciones que hay «en marcha» fructifiquen.
Esas negociaciones son a dos bandas. Por un lado, con el Grupo Torrot, que mantiene su empeño en comprar el Baloncesto Sevilla. Y por otro, con el Betis, que ya ha alcanzado un principio de acuerdo que, en todo caso, no incluye la aportación económica que necesita el club, sino que se basa en incluir la entidad en la marca Betis, al estilo de lo que hizo con el FS Nazareno, reconvertido este mismo año en Real Betis Futsal.
«Estamos en una contrarreloj y hay una fecha límite, que es mañana, pero ojalá sigan las negociaciones. Hay movimientos y queremos ser positivos porque se puede llegar a un acuerdo. Todos queremos que el club siga», ha explicado Raúl Pérez.
El acto contó con la presencia de otras figuras emblemáticas en la historia del antiguo Caja, como el exentrenador José Alberto Pesquera, el exdirectivo José Antonio Parra o los exjugadores Nacho Romero y Benito Doblado.
El capitán Berni Rodríguez, por su parte, también participó en la comparecencia. «Muchos jugadores eligen venir aquí por la estabilidad. Es un valor no deber nada a nadie», señaló.