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El periodista almeriense Cristóbal Cervantes presenta el programa ‘El último café’ en El Correo TV. / Pepo Herrera
Dicen que el libro de los gustos no está escrito (lo cual no es ningún problema: si lo estuviera, tampoco lo leería nadie), pero entre los fieles de Cristóbal Cervantes predomina la creencia de que su voz cálida y cordial y su presencia siempre amable son un bálsamo contra ese aturdimiento general y esa irritación nerviosa que producen los nuevos y cada vez más agresivos productos televisivos de captación de grandes audiencias. Frente al desmadre, el corrincheo, el degüello y la estridencia, el periodista almeriense propone una excusa para practicar la afición más antigua y definitoria del género humano, amén de una de las más pacíficas: hablar.
«El título del programa, El último café, quiere expresar en realidad que, tras la idea de tomar ese último café del día que compartimos con alguien, lo que queremos es charlar. Sentarnos a conversar 25 minutos en torno a esa taza», que es la excusa que permite y propicia ese encuentro. Ayer, casi en vísperas de este estreno en El Correo TV, Cervantes comentaba que, en efecto, en los medios de masas hay «demasiada crispación», tanto por el formato de los propios programas como por su contenido: no hay más que ver cómo están la política, la economía y hasta los cotilleos patrios. Frente a eso, su antídoto: «El último café va a ser un programa sereno. Ayudará a ello el que se trate de un programa de entrevistas, que es un género periodístico que me encanta; diría incluso que es el género por excelencia, en tanto que la entrevista es la esencia y el principio de la comunicacion: dos personas que se sientan a hablar».
A costa de revelar que es un tanto supersticioso, Cristóbal Cervantes reconoce que inicia su programa con Cristina Hoyos por una razón –aparte de las obvias– que tiene mucho que ver con la suerte. «Yo creo en la suerte. Luego, evidentemente, cada uno hemos de trabajar duro para que esa suerte no nos dé la espalda; pero hay que saber aprovecharla. El primer programa que hice en Onda Cero en el año 94 fue con ella, plantando un árbol en la puerta de la emisora, en la Cartuja. Más tarde, cuando empecé Convidados, la primera invitada fue ella. Ella siempre me ha dado suerte. Yo llevaré en la entrevista una pequeña rosa de coral que ella me regaló cuando regresó de una gira por Japón, donde esta flor es símbolo de la suerte».
La bailaora será la primera pero no la única mujer que comparta cafetera con Cristóbal Cervantes en El Correo TV cada jueves por la noche. La escritora Almudena de Arteaga también conversará con él sobre la nobleza, la literatura, esas novelas históricas que la han hecho célebre, y de paso contará con qué eminente mujer del pasado se tomaría ella un café, si pudiera. Entre los hombres, el primero en sentarse con el periodista será Cristóbal Martínez, director territorial de la ONCE. «Me gusta profundizar en la personalidad de mis contertulios», explica el periodista, «pero nunca en su intimidad». Toda una novedad televisiva en estos tiempos de integridad descafeinada.