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Antonio Pradas, en pleno parque de María Luisa. / J. L. Montero
La temperatura de la campaña sube al compás del mercurio, y de la resta de horas hacia el día D. Conviene tomar aire, ordenar ideas y lanzar la última ofensiva, y para eso, nada mejor que un pulmón, en este caso verde. El Parque de María Luisa, testigo impasible de las convicciones del cabeza de lista socialista, despeja la mente, atempera la agenda de un político clave en lides federales de su partido y, sobre todo, dispone una esfera cinco grados más fresca.
—Alfonso Guerra encabezó la lista socialista 11 veces en 34 años. Usted lleva dos en seis meses. A este ritmo, lo supera en cinco años...
—No creo (risas). Espero que no tengamos unas terceras elecciones. España no se puede permitir el lujo de estar sin gobierno tanto tiempo. Desde el PSOE vamos a hacer todos los esfuerzos necesarios.
—Es cierto es que la campaña se ha solapado a la anterior, y a la de municipales y autonómicas.
—Sí, está siendo una continuación. No hemos parado de intentar convencer a los ciudadanos que hay una sola fuerza política que de verdad ha intentado conformar gobierno y que merecería la confianza de la gente.
—Sevilla es la única provincia donde siempre ganó el PSOE Sin embargo, es patente el retroceso en escaños.
—El retroceso es lógico, especialmente en las últimas, porque hay dos partidos más en la escena. El PSOE tiene 71 municipios de los 105 de la provincia, más del 80 por ciento de la población. Los ciudadanos de Sevilla conocen de primera mano las políticas socialistas, que son de progreso y defensa del Estado de bienestar en contraste con otros lugares donde gobierna el PP y eso no es una prioridad. Sevilla mantiene y mantendrá su alma socialista.
—Los tiempos que corren requieren de acuerdos, pero ¿con quién?
—Lo hemos intentado a derecha e izquierda, porque consideramos que ese fue el mensaje que nos mandó el ciudadano. Tenemos claro que no vamos a pactar con el PP, porque es un partido que está haciendo mucho daño. Y además, no han hecho propósito de enmienda. Van a seguir con esas políticas porque ellos las consideran las mejores. Ofrecer la gran coalición es una incongruencia, un deseo más de hacernos daño que una confianza real.
—¿Qué sentaría peor a las bases, pactar con el PP o con Podemos?
—A las bases le sentaría mal que renunciáramos a la esencia socialista, a nuestra propia personalidad, a desnaturalizar el partido socialista.
—Hablando de desnaturalizar... el pacto con C’s casi abrazaba su programa económico y avalaba la eliminación de las diputaciones.
—No estoy de acuerdo con lo que comentas. Creo que si alguien renunció a sus principios fue C’s. En ese pacto iba la reforma del artículo 135 de la Constitución, un acuerdo por la educación, la derogación de la reforma laboral... el 80 ó 90 por ciento de ese documento estaba recogido en el programa del PSOE.
—Pero la erradicación de las diputaciones no aparecía...
—Nuestro planteamiento es una reforma. El de C’s es eliminarlas. Y en el acuerdo aparecía transformarlas en un consejo de alcaldes. A mi me da igual el nombre, yo lo que quiero es que sigan prestando los servicios, incluso mejorados. Soy un defensor de la labor que hacen, porque he sido alcalde de un pueblo pequeño, y considero que hay cosas que corregir, y modernizarlas.
—¿Entendería que para desalojar al PP fuera necesario apoyar a un presidente que se llama Pablo Iglesias?
—Al Pablo Iglesias que yo conozco, no. Yo no le apoyaría. Por esa faceta camaleónica en lo ideológico, pero sobre todo, porque no tiene las manos libres para romper con el independentismo catalán.
—¿Es esta la última oportunidad de Pedro Sánchez?
—Yo nunca hablo de últimas oportunidades. Es una segunda oportunidad para convertirse en el presidente que los españoles necesitan en este momento. Hay que valorar el esfuerzo que él y el PSOE han hecho por conseguir conformar un gobierno. Estamos en mejores condiciones que hace seis meses para afrontar unas elecciones.
—Hablemos ahora de la provincia. ¿Cuál será la primera medida por la que luchará?
—Voy a seguir pidiendo, espero que ahora a un gobierno del PSOE, lo mismo que he pedido al gobierno del PP: un plan de choque de empleo. De hecho el PSOE tiene como medida estrella un plan nacional para generar empleo en jóvenes y mayores de 45. Me gustaría que Sevilla fuera la provincia piloto para desarrollarlo. La situación es grave, el mito que el PP es el partido de la economía y el empleo se ha caído.
—De las históricas peticiones, ¿cuál necesitamos más?
—Hay muchas. En la última legislatura, las inversiones en Sevilla han sido nulas. Durante cuatro presupuestos seguidos se ha ninguneado a la SE-40. Este año, porque había elecciones, dibujaron en los presupuestos una cantidad más razonable, pero a mes de junio no hay previsión de lo que va a pasar. Queremos que se lleve de verdad a cabo la SE-40. El Metro, por ejemplo, es un proyecto que no puede hacerlo una sola administración. Con alcalde socialista en Sevilla, presidenta socialista en la Junta y gobierno central del PSOE, estará más cerca.
—¿Aventura una cifra de diputados por Sevilla?
—Vamos a mantener los cinco diputados, pero vamos a luchar por el sexto.
DIEZ COSAS QUE NO SABÍAS DE... ANTONIO PRADAS
1. El 17 de febrero cumplió 53 años
2. Tiene un solo hijo, de 25 años
3. Fue durante una década alcalde de El Rubio, y marido de la alcaldesa entre 2011 y 2015, Ramona Ramos
4. Cuenta la anécdota que en sus inicios como alcalde llegó a su despacho su padre, y éste se quitó la gorra al entrar. «Me dijo que lo atendiera como alcalde, no como hijo»
5. Es licenciado en Derecho
6. Entre sus aficiones destaca la botánica
7. Aficionado del Real Madrid, «pero quiero que ganen los equipos sevillanos»
8. Recomienda ‘El otoño del Patriarca’ de García Márquez
9. Como figura política destaca a Felipe González
10. Se afilió al PSOE en 1978, con 15 años