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El secretario general de Sortu, Arnaldo Otegi, ayer durante un acto en San Sebastián. / Juan Herrero (Efe)
El secretario general de Sortu, Arnaldo Otegi, dijo ayer que ve al pueblo vasco «un tanto desactivado» y que es el momento de reactivar «el pulso» independentista, también en las urnas, y de poner encima de la mesa «el conflicto político».
Otegi hizo estas declaraciones durante su intervención en el foro organizado por el periódico Gara en San Sebastián ante 1.800 personas. Numerosos dirigentes de la izquierda abertzale estuvieron presentes en un acto en el que Otegi se sometió en directo a las preguntas de varios periodistas y colaboradores de este diario, así como a las formuladas a través de vídeos por periodistas como Iñaki Gabilondo o el futbolista de la Real Sociedad David Zurutuza.
Arnaldo Otegi, vestido con americana y vaqueros y sin la corbata que ha lucido en su gira por las instituciones europeas, no confirmó que será el candidato a lehendakari por EH Bildu en las próximas elecciones vascas, aunque sí aludió al «doble valor» que, en su opinión, tendrá el «voto independentista» el 26 de junio. «El voto más radical, el que más daño hace, es el voto independentista», destacó Otegi, convencido de que el «Estado no se va a democratizar» y de que es necesario activar el independentismo, desde abajo, desde el «pueblo», con una «hoja de ruta clara hasta el final» y, sobre todo, «compartida».
Defendió que de esta manera se harán las cosas «mejor», se cometerán «menos errores» y se ayudará a «activar un pueblo, que siempre ha sido muy activo» y que extrañamente «está un tanto desactivado». «Cuando el independentismo de este país no tiene pulso, este país no tiene pulso», resaltó antes de advertir de que en los próximo meses «pondrán encima de la mesa el conflicto político». El líder de Sortu hizo referencia a los presos de la banda terrorista ETA y defendió que se acojan a la legalidad penitenciaria ya que, según recalcó, cada recluso que «sale» es «una vitoria» y un «rehén menos que tiene el Estado para hacer chantaje». Así, opinó que el Estado utiliza los presos e la organización terrorista para «generar frustración en la sociedad vasca» y «bloquear» así la puesta en marcha de un proceso independentista similar al impulsado en Cataluña