Después del 20D no cuajó la oferta de Podemos de pacto a la valenciana presidido por Pedro Sánchez y con Pablo Iglesias de vicepresidente. Para después de las elecciones generales del 26 de junio Pablo Iglesias se ve por encima del PSOE y ayer ofreció, desde una entrevista en Telecinco, invertir los papeles: él será presidente y el líder socialista, su segundo en el Gobierno si se ponen de acuerdo tras los comicios.
La base para lo que puede sonar a fanfarronada es el viento a favor de la alianza electoral entre Podemos e IU, que puede darles más escaños solo con que repitan resultados. Y en ese pacto ha puesto Iglesias toda la carne en el asador. «Están [negociando Pablo] Echenique y el responsable de IU [Adolfo Barrena]. Yo lo deseo y me estoy esforzando para que sea posible», dijo Iglesias en El programa de Ana Rosa, donde aseguró que lo fundamental «es salir a ganar».
«Creo que tenemos oportunidades y hay que decir al ciudadano qué Gobierno queremos. Sería un éxito del país y por eso es tan importante intentar ponernos de acuerdo con otros para lograr algo histórico», enfatizó. Respecto al sorpasso, Iglesias aseveró que se trata de superar al PP, no al PSOE. «El PSOE tiene que ser un aliado, aspiramos a gobernar con ellos. Si ganamos necesitaríamos un acuerdo de Gobierno y vamos a tender la mano al PSOE», expresó el secretario general de Podemos.
Eso sí, si quedan por encima el 26J, consideraría «sensato» que en caso de que tuvieran que aliarse con el PSOE, Sánchez reclamara ser vicepresidente. «Si hay una candidatura política de cambio que gana las elecciones o queda segunda con la opción de hacer un pacto con otra fuerza, esa segunda fuerza que sería el PSOE tendría la legitimidad de pedir la vicepresidencia».
«Nosotros», explicó antes, «hemos sido coherentes. Hemos ofrecido un Gobierno de coalición con PSOE, IU y Compromís y vamos a seguir haciendo la misma propuesta. No para que nos apoyen, sino para que estén en el Gobierno con nosotros». Iglesias cree que, finalizada la legislatura, no es el momento de culpar a nadie.
«Los españoles van a querer que se les diga la verdad. Dijimos que queríamos gobernar con el PSOE y si ganamos volvemos a tenderles la mano para que estén dentro del Gobierno con nosotros».
Al profundizar en el posible pacto electoral con IU, Iglesias asumió las listas cremallera (compuestas por hombre-mujer-hombre-mujer) por ser «un avance de las mujeres y demasiado importante como para volver atrás», y rechazó discutir con el exdiputado de IU Gaspar Llamazares, que lidera la facción contraria a la alianza. «Le tengo un gran respeto, pero él es el pasado y Alberto [Garzón] es el futuro».
De cerrarse el acuerdo, ¿habría primarias para ver quién es el candidato? «Lo lógico es que la formación con más peso electoral tenga el candidato aunque luego pueda haber gente de otras formaciones políticas», zanjó el líder de Podemos.
En la entrevista también se abordaron las chispas con el número dos de Podemos, Íñigo Errejón. «En Podemos hay matices pero Íñigo es una pieza fundamental. Para mí es clave que sea director de esta campaña y sigamos trabajando codo con codo porque eso ha traído muy buenos resultados. Las diferentes opiniones son enriquecedoras», concedió Iglesias, que insistió en que su amistad con Errejón es inquebrantable. Y será el número 3 por Madrid.