Los jóvenes cambian su forma de comunicarse

Cerca de la mitad de la juventud española utiliza aplicaciones de mensajería instantánea más de dos horas al día

02 dic 2017 / 20:57 h - Actualizado: 02 dic 2017 / 20:58 h.
"Redes Sociales","Sevilla en 140 caracteres"
  • WhatsApp en España es la plataforma de comunicación número uno para los jóvenes. <br />/ Pixabay
    WhatsApp en España es la plataforma de comunicación número uno para los jóvenes.
    / Pixabay

El llamar a casa o buscar a un amigo por la plaza del barrio forma prácticamente del pasado. Los sociólogos apuntan que estamos ante uno de los mayores cambios de casi todos los tiempos en nuestra forma de comunicarnos. La llegada primero de internet y a posterior de los smartphone ha revolucionado la comunicación social. Y todo esto sin hablar de las redes sociales...

El 42 por ciento de los jóvenes españoles reconoce que utiliza aplicaciones de mensajería instantánea durante más de dos horas diarias como medio para hablar con sus amigos, según un estudio de ASUS sobre la relevancia de los dispositivos tecnológicos y el papel que juegan en las relaciones entre los jóvenes españoles. Asimismo, la investigación publicada hace escasas semanas muestra que el 74 por ciento de los jóvenes de entre 18 y 35 años dicen comunicarse a diario con sus amigos a través de dispositivos electrónicos; y que el 56 por ciento de los encuestados afirma que utiliza esta tecnología para hablar con sus amistades al menos una vez al día, aunque este porcentaje varía según el rango de edad.

En este sentido, el estudio señala que el 64 por ciento de los encuestados que se encuentran en un rango de edad de entre 18 y 25 años reconoce estar en contacto constante con sus amigos, mientras que solo lo hacen el 50 por ciento de las personas de entre 26 y 35 años.

Sin lugar a dudas, WhatsApp en España es la plataforma de comunicación número uno para los jóvenes (y no tan jóvenes), con un 85 por ciento; le sigue otras redes sociales como Instagram, Facebook o Twitter, entre otras, con un nueve por ciento; las llamadas de teléfono puntúan un seis por ciento.

Más de la mitad de la juventud asegura usar a diario las redes sociales para estar al día de la actividad de sus amigos. Pero ¿para qué las usan?: un 53 por ciento para informarse de lo que hacen sus amigos, mientras que un siete por ciento asegura para ligar.

La parte negativa es que todos estos avances a la vez que permiten mayor conexión acarrean dificultades para relacionarse y entablar relaciones estables.

Pero no todo el monte es WhatsApp... la red social de moda entre los jóvenes es sin lugar a dudas Instagram y desde hace tiempo también ofrece un servicio de mensajería instantánea que cada vez tiene mayor popularidad entre los más jóvenes.

Hace algo más de dos años, Instagram Direct contaba con 85 millones de usuarios, y por aquel entonces el servicio ya permitía responder a los mensajes con fotos y vídeos. Sin embargo, fueron las fotos y vídeos que se borran y la posibilidad de establecer respuestas directas a las stories, los que hicieron que en solo ocho meses (desde agosto de 2016 hasta abril de 2017) el uso de Instagram Direct creciese de 250 a 375 millones de usuarios.

Con estas cifras, está claro que la mensajería de Instagram está comenzando a utilizarse como plataforma de comunicación privada, especialmente por el público más joven que muy probablemente, dejó Snapchat para llegar hasta Instagram.

Pero no solo las cifras alaban esta transición, sino también podemos observarlo nosotros mismos en nuestro círculo personal, donde podemos ver cómo los más jóvenes utilizan los mensajes de Instagram para comunicarse e incluso, iniciar conversaciones para conocer gente al más puro estilo Tinder (app para ligar).

Como observamos los tiempos cambian y con ellos la forma de comunicación. La juventud pasa demasiadas horas delante de un móvil o internet restando cada vez más horas a las relaciones personales de toda la vida. Aunque nos pese, el mundo camina en esa dirección. Por tanto, tenemos dos opciones: renegar y quedarnos atrás, o aceptar el progreso mientras educamos a los más jóvenes para un uso más responsable de las nuevas tecnologías de la información y comunicación.

Ni que decir tiene que nuestro sistema educativo tiene muchas asignaturas pendientes, y una de ellas es y sigue siendo esta: educar a nuestros hijos en el buen uso de los nuevos canales de comunicación.