La aventura del misterio

Navidad en las estrellas

Celebramos estas fechas y muchas de las historias sagradas que nos narran, o narramos, sabemos, con seguridad, que fueron tomadas de antiguos ritos y antiguas religiones

23 dic 2018 / 12:25 h - Actualizado: 23 dic 2018 / 12:29 h.
"La aventura del misterio"
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Celebramos estas fechas y muchas de las historias sagradas que nos narran, o narramos, sabemos -con seguridad- que fueron tomadas de antiguos ritos y antiguas religiones. El cristianismo bebió directamente de aquellas para formas una base "sólida" de relatos que, con el tiempo, fueron aceptados y olvidaron su verdadero origen. Solo recientes investigaciones concluyen la realidad de estas y su procedencia aunque no nos detenemos a pensar que tal vez todo pertenezca a un plan divino escrito en las estrellas.

La Historia Sagrada escrita en las estrellas

El hombre antiguo miraba al cielo y explicó toda una cosmogonía en función de lo que veía en nuestra bóveda celeste. Pero ¿es posible que la Historia de la Navidad o el cristianismo estén escritos en el cielo?

Viajemos al antiguo Egipto, cuna de una gran civilización y descubriremos como antes del nacimiento de Cristo encontramos a un dio llamado Horus, Dios solar, que nació un 25 de Diciembre de la Diosa virgen Isis-Meri. Curiosamente en su nacimiento brillaba intensamente la estrella del este. Además, este alumbramiento estuvo adorado por tres reyes. A la edad de 12 años era un niño prodigo, y cuando cumplió los 30, fue bautizado en el Nilo por Anup, comenzando ahí sus verdaderas enseñanzas. Tenía 12 discípulos que le acompañaban a todas partes. Durante su vida realizó varios milagros durante este tiempo, como curar a los enfermos o caminar sobre el río Nilo. Se le conocía con sobrenombres como La Verdad, La Luz, el hijo de Dios, etc. Después de la traición de uno de sus discípulos (Typhon), este fue crucificado y enterrado. A los 3 días, resucitó. ¿Les suena esta historia?

Pero hay otros que como Jesús nacieron también un 25 de diciembre sólo que varios siglos antes que Él. Así en la Grecia, del 1200 a.C., Attis, de Phrygia, nacido de la virgen Nana un 25 de diciembre, crucificado y enterrado y resucitado a los 3 días.

En India, 900 a.C., Krishna, nacido de la virgen Devaki, con la estrella del este apuntando a su llegada, realizó milagros con sus discípulos y, tras morir, resucitó.

Nuevamente en Grecia, 500 a.C., Dionysus de Grecia, nacido de una virgen un 25 de diciembre, maestro nómada. Realizaba milagros como convertir el agua en vino. Fue calificado como “El Rey de los Reyes”, El único hijo de Dios”, “Alpha y Omega”, etc. Luego de morir crucificado.

En Persia, 1200 a.C., Mithra de Persia, nació de una virgen un 25 de diciembre, tuvo 12 discípulos. Realizó varios milagros. Se le conocía como La Verdad, La Luz, etc. Cuando murió y fue enterrado, resucitó a los tres días.

Y sólo son algunos ejemplos. ¿Pero que tienen que ver ellos con lo que está escrito en las estrellas? Es sólo un breve recorrido histórico de otras fuentes de donde beber antes del nacimiento de Cristo y cuya ubicación en tal fecha sólo es simbólica para anular todos estos otros cultos religiosos.

Entramos en un capítulo complejo de este relato que cabalga a caballo entre la leyenda y la realidad: las analogías entre el nacimiento de Cristo y la Historia Sagrada tal y como nos la han contado con lo que aquello hombres veían en el cielo hace casi tres milenios.

Así Sirio, es la estrella más brillante del cielo, en una fecha tan especial como el 24 de diciembre, se alinea con tres estrellas muy brillantes del cinturón de Orión, este grupo de tres estrellas son conocidas como “Los Tres Reyes”.

Si trazamos una línea imaginaria desde la última estrella de los Tres Reyes hacia el horizonte, apunta justamente al lugar astronómico donde “nace” el sol el 25 de diciembre. Las tres estrellas "acuden" al nacimiento siguiendo a Sirio hasta un lugar en el horizonte por el que sale el sol.

Virgo es la constelación conocida como “La Virgen” se representa es en forma de “M” ligeramente modificada. Curioso como las madres de los Mesías tienen nombres que comienzan por esta letra: la madre de Adonis se llama Myrra, y la madre de Buda se llama Maya. Posteriormente se desarrolla como culto a la fecundidad con todo un mensaje oculto.

Belén ve nacer al Mesías, y nuevamente llegan "coincidencia" cuando Virgo hace referencia a la casa del pan, y la representación de Virgo en la astrología es la imagen de una virgen sosteniendo una espiga de trigo simbolizando la fecundidad dad en meses como agosto y septiembre, tiempo de cosecha. Hay una nueva "casualidad": Belén significa en hebreo “la casa del pan”.

Y nos vamos a conocer el enigmas astronómico -o astrológico- de la Cruz, que también lo encontramos. Hay un periodo de tiempo de tres días, durante el solsticio de invierno en el que la Tierra parece estar parada con respecto al sol, tres días. Al cabo de ese espacio de tiempo se une la simbología del invierno, época del ocaso de la naturaleza, el sol “muere”, deja de moverse, se coloca en el lugar más bajo del cielo. El sol en ese momento se ubica debajo de la constelación de la Cruz del Sur para el 25 de Diciembre, el sol "resucita" y comienza un leve movimiento hacia el norte (1 grado). Esa resurrección indica la estación de la primavera.

Hay dos momentos cumbres en la vida cristiana anual: el nacimiento (Navidad) y Semana Santa (muerte y resurrección), y notemos algo curioso, en Semana Santa se celebra en el equinoccio de primavera, el sol vence a la oscuridad y el día es, a partir de esta fecha, más largo. La "vida" (luz) vence a la "muerte" (oscuridad), el Sol vence a las Tinieblas, el Bien vence al Mal.

¿Y qué decir de los doce apóstoles? Doce apóstoles como doce meses tiene el año, como doce son las aparentes constelaciones, como en periodos de doce horas está separado el día. Doce apóstoles que acompañaban a Cristo, doce constelaciones que acompañan al sol.

De las enseñanzas del cielo estos sabios de la Antigüedad crearon todo un compendio de bellas historias con tintes terrenales cuyo valor iniciático abren el camino de la iluminación, dentro de un contexto de cultura religiosa.

Profundizando en el nacimiento de Jesús de Nazaret

Cuando hablamos del cristianismo y de su origen los historiadores y especialistas en religiones afirman, con autoridad, que el origen de esta es una mezcla de varias religiones, y que las historias que relato el texto sagrado cristiano son historia repetidas más antiguas en otros cultos y religiones como creencias romanas, egipcias, hinduistas, de Zoroastro, del Mitraismo; todo ello formó un crisol que motivo los pilares del cristianismo.

Para los especialistas esta religión adaptada sedujo a muchos adeptos que también incluyeron la figura de mártir y de ahí todos los elementos para fundar una de las religiones más extensa del mundo.

Una de las religiones de las que bebe directamente es el viejo Mitraísmo, religión que profesaban los romanos. Los fariseos fueron quienes adaptaron el Cristianismo uniéndolo a ciertas creencias del Mitraísmo.

De esa forma, fundiendo creencias, duplicaron seguidores dejados llevar por las historias compiladas en el Antiguo Testamento.

El Nuevo Testamento habla de Jesús muy similar nacimiento y vida de Mithras, quien nació un 25 de diciembre y cuyas vidas corren paralelas. Los romanos tienen, igualmente, la “Fiesta de Saturnalia” en honra del dios Saturno.

Esa misma fiesta se celebraba entre el 17 al 23 de Diciembre y los dos últimos días se produce un intercambiaban de regalos.

El 25 de Diciembre el Mitraismo celebraba el nacimiento del Sol Invencible (Natalis Solis Invicti). El culto del espíritu del Interior del Sol lo incorporó el antiguo Egipto de AMON-RA O AMEN-RA. Así en las oraciones cristianas, existe la palabra “Amen” siendo una referencia simbólica al dios Sol del antiguo Egipto y al Logo Solar.

El Nuevo Testamento, en hebreo, se escribe la historia -gran historia- de Jesús entre noventa a trescientos años después de su nacimiento.

La religión aunaría una cosmología del amor, una religión, una creencia Universal de Conocimiento, Entendimiento y Amor.

Los textos sagrados en la mayoría de las religiones, fueron escritos según la época y costumbres de cada pueblo. En muchas ocasiones son como cuentos para mentalidades muy cortas y que fueran fáciles de "digerir", por ello que algunas historias sean tan simples o que todas dejen un pozo o moraleja.

...y nació Jesús en 25 de diciembre

Faltan pocos días para celebrar el nacimiento de Cristo, un 25 de diciembre según la tradición cristiana pero... ¿Qué hay de cierto en esta fecha? ¿Nació realmente un 25 de diciembre?

La respuesta sería que no. El 25 de diciembre siempre ha sido una fecha vinculada a los cultos solares, al solsticio de invierno, al carácter sagrado que se le dotaba en culturas que adoraban al sol, por ello en tales fechas celebraban todo tipo de rituales.

Primero en culturas paganas –como ya se ha explicado-, en Egipto, en el Mitraismo, en el Imperio Romano con el culto a Apolo, en los antiguos celtas o pueblos germánicos, todo rendían culto a sus dioses o al sol incluso antes del nacimiento de Jesús de Nazaret y todos en un 25 de diciembre.

Cuando el cristianismo se aprueba como religión oficial del Imperio merced a Constantino "El Grande" tras el Concilio de Nicea, muchos de estos cultos solares estaban tan enraizados que no podían ser eliminados y se ideó una fiesta para solaparlos e irlos quitando, esa fiesta sustitutiva era la del nacimiento de Jesús.

La verdad es que a los cristiano del siglo II la fecha del nacimiento de Cristo les era indiferentes, era más importante la Pascua de Resurrección. Pero a medida que el cristianismo se extendía surgía la necesidad de celebrar su nacimiento y los teólogos comenzaron a investigar en las Sagradas Escrituras sobre la fecha de su nacimiento.

El radio fue grande, iba desde el 6 de enero al 25 de mayo. La tensión entre grupos que abogaban por unas fechas u otras era tan fuerte que el papa Fabián (siglo III) debió intervenir. En opinión de Clemente de Alejandría Jesús nació el 25 de mayo, menos en diciembre por el frío la fecha más idónea es la que tiene tiempo estival.

San Lucas dice en su evangelio: "Había en la región unos pastores que pernoctaban al raso y de noche se turnaban entre ellos para velar por el cuidado de los rebaños". Así que hemos se situarlos en el verano o época más cálida. El pastoreo en Israel se producía entre la primavera y el otoño.

El papa anti-arriano Liberio I (352-366) dictó de forma inmutable que Jesús nació un 25 de diciembre haciéndola coincidir con una de las fechas más importantes del paganismo romano, la fecha del Natalis Solis Invicti (Nacimiento del Sol Victorioso), pero en la elección de esta fecha influyeron personajes como el papa Julio I (337-352), San Juan Crisóstomo o Gregorio Nacianceno, que contribuyó a la doctrina trinitaria.

Gran parte de la población romana era ya cristianay bautizada y poco le importó esta adaptación a la vieja tradición y festividad pagana. Fue Furio Dionisio Filocalo quien en el año 354 hablaba en su almanaque del nacimiento Christus in Betlem Judeae y lo fecha en el VIII Calendas Januaris: el 25 de diciembre.

San Agustín (354-430) estaba en claro enfrentamiento con todo ello pues era partidario que el 25 de diciembre se dedicara "al día del Creador del Sol, no del Sol" pero ya estaba fijada.

El papa Juan I (523-526) con su consejero Dionisio 'El pequeño' dijo que el nacimiento de Cristo fue el año 754 de la fundación de Roma, el día de la Encarnación fue el 25 de marzo (cercano al equinoccio) y nueve meses más tarde nació, justamente un 25 de diciembre.

Son sólo algunos de los misterios que encontramos en el cristianismo no olvidando que todo es parte de la Historia y que era común integrar viejos cultos que no podían ser absorbidos por las nuevas enseñanzas. No es motivo para escandalizarse pero si para pensar que, lejos de todo, hay motivos para reflexionar sobre la Historia original y los muchos añadidos que tiene, no sólo la relacionada con este tema sino con todo lo sagrado en todas las religiones... Leyendas dadas por reales, mitos, historias heterodoxas, de todo se puede aprender y a todo sacarle una enseñanza útil para la vida.

Les voy a desvelar un secreto, un secreto que vale su peso en oro: lo realmente importante de la vida ser feliz y vivir intensamente los momentos... Vivir, algo de lo que el ser humano del siglo XXI se está olvidando. Dejar atrás el móvil, dejar la vida virtual, hablar menos por mensajería y hablar más en persona, mirando a los ojos, sintiendo, teniendo emociones y viviendo día a día, minuto a minuto, segundo a segundo, saboreando cada una de las alegrías que tenemos y compartiendo esos mismos momentos con las personas a las que queremos o amamos. Quédense con eso, es una enseñanza de vida de alguien que perdió una vida...