El papa Francisco proclama santa a la madre Teresa de Calcuta

Será conocida como la santa de «los más pobres entre los pobres». Es también la primera santa premio Nóbel, pues recibió el galardón de la Paz en 1979

04 sep 2016 / 11:43 h - Actualizado: 04 sep 2016 / 12:30 h.
"Religión","Papa Francisco"
  • El retrato de la madre Teresa en el pórtico de la basílica presidió el acto en la plaza de San Pedro. / Efe
    El retrato de la madre Teresa en el pórtico de la basílica presidió el acto en la plaza de San Pedro. / Efe
  • La reina Sofía, en primera fila. / Efe
    La reina Sofía, en primera fila. / Efe
  • Vista general de una atestada plaza de San Pedro en el día de la canonización de la madre Teresa de Calcuta. / Efe
    Vista general de una atestada plaza de San Pedro en el día de la canonización de la madre Teresa de Calcuta. / Efe

El papa Francisco proclamó hoy santa a la madre Teresa de Calcuta, en una multitudinaria ceremonia en la Plaza de San Pedro en el Vaticano.

Francisco utilizó como es habitual la formula en latín para proclamar la santidad de la religiosa, que murió en Calcuta en 1997, y pedir que fuese inscrita en los libros de los santos de la Iglesia.

El prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, el cardenal Angelo Amato, acompañado del postulador de la causa, Brian Kolodiejchuck, presentó a Francisco la petición de canonización de la madre Teresa.

A lo que el papa pronunció la fórmula en latín: «En honor de la Santísima Trinidad, por la exaltación de la fe católica y el incremento de la vida cristiana, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo y de los santos apóstoles Pedro y Pablo, después de haber reflexionado largamente e invocado la ayuda divina, y escuchando el parecer de muchos de nuestros hermanos obispos, declaramos santa a la beata Teresa de Calcuta».

Y continuó: «y la inscribimos en el Catálogo de los Santos, y establecemos que en toda la Iglesia sea devotamente honrada entre los santos».

Tras la proclamación se oyó un fuerte aplauso en la Plaza de San Pedro del Vaticano, donde se han congregado 100.000 personas.

Después se llevó hacia el altar una reliquia de la santa, unas gotas de sangre contenida en un especial relicario tallado en madera con forma de cruz.

La madre Teresa de Calcuta se convierte en santa 19 años después de su muerte, el 5 de septiembre, y tras un rápido proceso de canonización ya que fue proclamada beata el 19 de octubre de 2003 en otra ceremonia multitudinaria en el Vaticano.

Un proceso para el que se han necesitado dos milagros aprobados -uno para la beatificación y otro para la canonización- y que han sido la «curación inexplicable» de una mujer india de religión animista, Mónica Bersa, de 34 años, que padecía un tumor en el abdomen del que sanó en 1998, y del brasileño Marcilio Andrino, que se curó de una grave infección cerebral en 2008.

La madre Teresa de Calcuta, que será conocida como la santa de «los más pobres entre los pobres», «la santa de la misericordia», es también la primera santa premio Nóbel, pues recibió el galardón dedicado a la Paz en 1979.

«HA HECHO SENTIR SU VOZ A LOS PODEROSOS DE LA TIERRA»

En la homilía de la ceremonia de canonización celebrada en la plaza de San Pedro ante 100.000 personas, el papa argentino destacó de la madre Teresa que durante toda su vida estuvo «a disposición de todos por medio de la acogida y la defensa de la vida humana, tanto la no nacida como la abandonada y descartada».

Francisco valoró de la monja, que recibió en 1979 el Premio Nobel de la Paz, su lucha contra el aborto y recordó que siempre decía que «el no nacido es el más débil, el más pequeño, el más pobre».

Y recordó cómo «se ha inclinado sobre las personas desfallecidas, que mueren abandonadas al borde de las calles, reconociendo la dignidad que Dios les había dado».

Pero que además «ha hecho sentir su voz a los poderosos de la tierra, para que reconocieran sus culpas ante los crímenes de la pobreza creada por ellos mismos», manifestó.

Francisco ha querido que la madre Teresa fuese canonizada en el Jubileo de la Misericordia que el instituyó y hoy explicó que para la madre Teresa la misericordia fue «la sal que daba sabor a cada obra suya, y la luz que iluminaba las tinieblas de los que no tenían ni siquiera lágrimas para llorar su pobreza y sufrimiento».

«Su misión en las periferias de las ciudades y en las periferias existenciales permanece en nuestros días como testimonio elocuente de la cercanía de Dios hacia los más pobres entre los pobres», señaló.

Francisco explicó que la figura de madre Teresa será la santa de «todo el mundo del voluntariado» y instó a considerarla el «modelo de santidad».

El papa explicó que se la llamará «con dificultad santa Teresa» porque «su santidad fue tan cercana a nosotros, tan tierna y espontánea que se le seguirá llamando madre, madre Teresa».

«Que esta incansable trabajadora de la misericordia nos ayude a comprender cada vez más que nuestro único criterio de acción es el amor gratuito, libre de toda ideología y de todo vínculo y derramado sobre todos sin distinción de lengua, cultura, raza o religión», abogó.

Recordó que Teresa de Calcuta amaba decir: «Tal vez no hablo su idioma, pero puedo sonreír»; e invitó a llevar «en el corazón su sonrisa».

«Entreguémosla a todos los que encontremos en nuestro camino, especialmente a los que sufren», puntualizó.

«Abriremos así horizontes de alegría y esperanza a toda esa humanidad desanimada y necesitada de comprensión y ternura», manifestó para concluir su homilía.