Polémica opción: el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, aseguró ayer que una Unión Europea a varias velocidades, en la que los países que quieran puedan cooperar más, no supondrá un nuevo «telón de acero» entre el este y el oeste de Europa. «Algunos de nuestros colegas lo ven como una nueva línea divisoria, un tipo de nuevo telón de acero entre el este y el oeste. No es la intención», aseguró Juncker al término de una reunión informal de los líderes de los países de la UE, a excepción del Reino Unido.
En esta sesión informal no estaba previsto abordar el libro blanco presentado por la Comisión Europea con cinco posibles escenarios del futuro de Europa tras el Brexit, pero varios Estados miembros aludieron a ello, indicó Juncker.
Juncker también afirmó que no estaba «intentando cambiar los tratados, los tratados de hoy serán los tratados de mañana» a la hora de aplicar las llamadas cooperaciones reforzadas.
EL ESTE SE OPONE
Polonia y otros países de Europa del Este expresaron por su parte su temor a quedar «excluidos» del proyecto comunitario si la UE decide avanzar «a varias velocidades». El asunto se quiere incluir en la declaración que aprobarán en Roma el día 25 durante una cumbre por el 60 aniversario de la UE.
A estos países les preocupa quedar relegados en la toma de decisiones y quedar situados en un segundo plano. La primera ministra de Polonia, Beata Szydlo, aseguró que una UE de varias velocidades abriría la puerta a construir «clubes de élites».