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La «delicada» restauración de la novia del Jueves Santo

La comisión científica descarta la extracción de los elementos metálicos del interior de la cabeza de la dolorosa, a la que sólo se le consolidará la mascarilla

03 jul 2015 / 10:03 h - Actualizado: 03 jul 2015 / 10:19 h.
"Monte-sión"
  • La Virgen del Rosario de la hermandad de Monte-Sión, en una de sus recientes salidas procesionales en la tarde del Jueves Santo. / Pepo Herrera
    La Virgen del Rosario de la hermandad de Monte-Sión, en una de sus recientes salidas procesionales en la tarde del Jueves Santo. / Pepo Herrera

Abrir la mascarilla de la Virgen del Rosario para extraerle las numerosas piezas metálicas que, por centenares, horadan el interior de su cabeza podría ser una posibilidad bastante más contraproducente que dejárselos dentro. Ésa es la conclusión a la que, después de múltiples y sesudas reuniones, han llegado los miembros de la comisión científica nombrada por la hermandad de Monte-Sión para la restauración de su dolorosa y que está conformada por técnicos y especialistas de primer nivel en bienes patrimoniales.

Tras sopesar todo un abanico de opciones, la comisión de expertos, con el aval de la junta de gobierno, se ha decantado por que a la imagen le sea practicada la «menos lesiva» de las intervenciones. «No hay que olvidar que podríamos estar hablando de la dolorosa más antigua que procesiona en Sevilla (hay especialistas que datan su hechura en el último cuarto del siglo XVI) y que es una obra que está declarada bien de interés cultural y para cuya restauración, por tanto, se requieren los permisos oficiales no sólo de la Iglesia, sino también de Patrimonio», según apunta el mayordomo primero de la corporación, Miguel Ángel Martínez, quien actúa como secretario de la comisión.

Finalmente, después de analizar los múltiples estudios y análisis preventivos efectuados sobre la imagen para conocer mejor su estado de conservación y las patologías que pudiera presentar, los especialistas, encabezados por el delegado diocesano de Patrimonio de la Archidiócesis, Fernando García Gutiérrez, quien preside la comisión, recomiendan que la intervención sobre la dolorosa se limite a un trabajo de consolidación de la mascarilla, la fijación de su policromía y el cierre de las fisuras, labores que, siguiendo el dictamen de los expertos, llevará a cabo el conservador y restaurador Pedro Manzano a partir del próximo mes de noviembre. Las tareas se prolongarán «entre dos y tres meses», explica el propio Manzano, y afectarán también a las manos de la dolorosa, «que presentan manchas de suciedad y se encuentran más desgastadas por el uso del pañuelo en los besamanos». Aun así, Manzano asegura que habrá que seguir «un exhaustivo control y seguimiento del comportamiento de la imagen».

El TAC, practicado a la imagen en la clínica Nissan Aljarafe, y la endoscopia realizada –se introdujo una mini cámara a través del agujero del perno de la corona– para comprobar las patologías que podía presentar la madera del interior de la cabeza han revelado un panorama espeluznante. «La verdad es que da miedo comprobar la enorme cantidad de elementos metálicos, más de 300, que la imagen tiene en el interior de la cabeza, entre ellos numerosos clavos y cola de milano, piezas utilizadas para reforzar dos cuñas de madera. Además hay zonas en las que la pared de la mascarilla tiene menos de un centímetro de espesor», apunta el secretario de la comisión. Estos mismos estudios permitieron descartar que el reverso del rostro de la imagen padeciera ningún tipo de pudrición en la madera, algo que también preocupaba a la comisión.

Pedro Manzano explica que esta imagen presenta una «particularidades que no se encuentran en otro tipo de dolorosas», desde su antigüedad, hasta el «delicado estado de la estructura interna de la cabeza, que no tiene la solidez suficiente como para garantizar que podamos retirar todos esos elementos metálicos sin que podamos provocar otros daños colaterales». A todo ello se une el que la imagen haya sufrido una serie de «intervenciones que no han sido lo más ortodoxas desde el punto de vista de lo que hoy entendemos por una intervención de conservación».

Para curarse en salud, una de las primeras decisiones de la comisión fue la realización de una copia digitalizada en 3D de la imagen, que se encargó a la empresa de innovación y tecnología Faico, que entregó la copia del rostro, el torso y las manos de la dolorosa en marzo del pasado año.