Las ayudas agroambientales y ecológicas ya se pueden pedir

El BOJA publica las normas pero aclara que están condicionadas por Bruselas

29 may 2015 / 22:12 h - Actualizado: 29 may 2015 / 22:15 h.
"Agricultura","Agroalimentación"
  • Arrozal sevillano inundado con una cigüeña en pleno vuelo en las marismas del Guadalquivir. / Javier Cuesta
    Arrozal sevillano inundado con una cigüeña en pleno vuelo en las marismas del Guadalquivir. / Javier Cuesta

En el último día hábil de mayo y cuando quedan dos semanas para que termine el plazo prorrogado para presentar las solicitudes de la Política Agraria Común (PAC), el BOJA (Boletín Oficial de la Junta de Andalucía) publicó ayer las condiciones que han de cumplir los agricultores y ganaderos para optar a las ayudas verdes (ecológicas y agroambientales). Con 452 millones de euros, son las segundas en cuantía tras el denominado pago básico (el más sencillo, sin complementos) y están sujetas al cumplimento de unos compromisos especiales con el entorno natural y la biodiversidad.

Al margen del polémico retraso sobre la publicación de las órdenes de la Consejería de Agricultura y que de aún quedan otras normas necesarias para la PAC, se impone llevar al campo cuáles son las directrices de las primas verdes.

En concreto, 250,63 millones de euros suma el presupuesto para la convocatoria de 2015 de las distintas medidas agroambientales. Son compromisos durante cinco años que deben respetarse en siete grandes líneas relativas a apicultura, mantenimiento de razas autóctonas, sistemas sostenibles en cultivos industriales y olivar, aquellos de especial interés para poblaciones de aves esteparias y de arrozales en Andalucía, así como para potenciar la agricultura de montaña si bien con orientación ecológica. Se trata de prácticas beneficiosas para el medio ambiente, y más allá de las tradicionales o habituales que marcan el calendario propio con el que agricultores y ganaderos afrontan sus labores.

Olivar, con 86,12 millones, y cultivos indutriales –por ejemplo, algodón y remolacha–, con 85,78 millones, son las producciones con mayor dotación financiera. Después se sitúan la apicultura para la biodiversidad (34,68 millones), los cultivos de interés para las aves esteparias y también las aves que comen en el arrozal (22,4 millones), la apuesta por razas autóctonas declaradas en peligro de extinción (10,13 millones), la agricultura de montaña para el olivar ecológico (8,02 millones) y esta misma modalidad para los cultivos leñosos (3,21 millones).

Pero atención a la disposición adicional primera de esta normativa andaluza: «Las ayudas previstas en la presente Orden estarán condicionadas a la aprobación definitiva, por la Comisión Europea, del Programa de Desarrollo Rural de Andalucía 2014-2020 (así lo exige Bruselas). Como consecuencia de lo anterior las resoluciones de participación en el régimen de ayudas que se adopten quedarán sujetas a la condición suspensiva en tanto se produzca la referida aprobación, la cual, en su caso, será notificada a las personas interesadas (...). En caso de que tras la aprobación definitiva del Programa de Desarrollo Rural se establezcan cambios respecto a los requisitos, condiciones de admisibilidad, compromisos, primas y criterios de selección (...) deberán ser tenidos en cuenta para la concesión de las ayudas, pudiendo las personas beneficiarias aceptar las resoluciones que se dicten tras dicha aprobación definitiva, o renunciar a ellas (...)». Es decir: todo es provisional y, por tanto, no habrá desembolso alguno para los productores hasta que la Comisión Europea no dé su bendición definitiva al documento rural.

Hasta aquí, las agroambientales, a medio camino entre la agricultura convencional y la ecológica. Ésta, por su parte, se regula mediante otra orden de la Consejería que dirige Elena Víboras y que contempla 201,5 millones de euros para la convocatoria de 2015. Son ayudas tanto para mantener esta fórmula agronómica verde como para iniciarse en ella, y al igual que las primeras el perceptor ha de comprometerse a respetarla durante cinco años –y no por mera conveniencia temporal–.

Son cuatro líneas: mantenimiento de agricultura y ganadería ecológica (103,43 millones), mantenimiento de olivar ecológico (57,83 millones), se, la conversión de actividad hacia esta modalidad agronómica (25,86 millones) y el cambio hacia los olivares ecológicos (14,45 millones). Y todo, a expensas de Bruselas.