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Recreación realizada por ‘Hosanna’ en El Foro Cofrade. / El Correo
Fue tras la pasada Semana Santa, una vez que se iba a proceder a bajar a la dolorosa de su paso procesional. Con las puertas de la parroquia de Omnium Sanctorum cerradas a cal y canto, en presencia exclusivamente de los oficiales de la junta de gobierno y de los asesores artísticos de la hermandad –con el imaginero Juan Manuel Miñarro a la cabeza–, se realizó la pertinente prueba. La imagen del San Juan Evangelista, atribuida al círculo de Montes de Oca y que acompaña a los titulares de Los Javieres en su altar, era subida al paso de la dolorosa de Gracia y Amparo para comprobar su encaje en las andas procesionales.
La prueba, según apunta la hermana mayor de la cofradía del Martes Santo, Maruja Vilches, «resultó «positiva y satisfactoria». Ahora, la junta de gobierno convocará a los hermanos el próximo mes de octubre a un cabildo general extraordinario al objeto de que sea la masa social de la hermandad la que exprese su criterio al respecto y determine si este San Juan, que «la hermandad adquirió en los años setenta en un anticuario de la calle Feria», refiere Vilches, acompañará o no en adelante a la dolorosa de Gracia y Amparo en su salida procesional.
La iniciativa de incorporar al San Juan al paso de palio lleva madurándose en la hermandad desde años atrás. «Esta idea lleva ya tiempo en la mente de hermanos mayores anteriores. Desde que supimos que el San Juan estaba atribuido a Montes de Oca, siempre pensamos que Sevilla merecía conocer una imagen de esta calidad. Es una talla del siglo XVIII que Miñarro se ha ofrecido a restaurar para poder adaptarla al paso», comenta la hermana mayor.
Aunque para su incorporación al paso, según estipulan las reglas de la corporación, no haría falta ni siquiera la consulta al cabildo de hermanos, Maruja Vilches está convencida de que «todo lo que sea por el bien de la hermandad es mejor que pase por el tamiz de los hermanos». «La imagen no es titular de la corporación, pero los jóvenes de la hermandad le tienen mucha devoción», señala la hermana mayor. A su juicio, que el Evangelista acompañe a la dolorosa en su paso le «dará más seriedad si cabe a una cofradía que se distingue por su humildad, severidad y modestia. Además, si finalmente el San Juan procesiona, también le estaríamos dando a Sevilla la oportunidad de disfrutar de una imagen de calidad que a diario está más bien escondida».
La talla del Evangelista se encuentra desde finales del mes de mayo en el taller del restaurador e imaginero Juan Manuel Miñarro donde, en caso de que el cabildo dé su aprobación, se procederá a su adaptación para que pueda procesionar en el paso de Gracia y Amparo. La prueba realizada tras la Semana Santa sirvió para comprobar la diferencia de estatura que había entre las dos imágenes. «Al San Juan habría que quitarle tres centímetros porque tiene una peana altísima». Miñarro propone sustituir la antigua peana de la imagen, que al parecer perteneció a la hermandad de la Amargura, por una nueva base más estrecha y adaptada a la zancada de la talla.
La intervención incluiría también la sustitución de los brazos por unos articulados y la inclusión de un sistema de rotación que permitiría rotar el torso de la imagen «para girarlo hacia la Virgen todo lo que queramos, lo que nos proporcionaría una libertad enorme, ya que podría tener una configuración en el palio y en el altar otra distinta».
Esta imagen, precisa Miñarro, ya fue restaurada en su día por su maestro, Francisco Buiza, quien «completó» una obra que estaba muy «fragmentada». Sin embargo, la policromía de la imagen no se tocó. «Nos encontramos ante una obra muy interesante, una talla del siglo XVIII de la que no podemos asegurar que en su origen fuera un San Juan Evangelista, pero sí una imagen pasionista del círculo de Montes de Oca».